La Copa del Mundo visitará Argentina
Será exhibida entre el 25 y 27 de octubre, luego de su paso por Brasil.
Qatar 2022Con 60 años, Robert Carmona es el futbolista profesional más longevo del mundo. El uruguayo juega en la Cuarta división de su país y desde hace varias temporadas ostenta el récord Guinness. En exclusiva con diario Hoy, el emblemático jugador contó su historia de vida, los secretos para seguir vigente y lo que cree que deparará el futuro. Todo un ejemplo a seguir.
25/08/2022 - 00:00hs
Si bien hubo muchos futbolistas que volvieron a disputar un partido oficial después del retiro, quizás el caso reciente más emblemático en la región es el de Juan Sebastián Verón, lo de Robert Carmona es insuperable. Esto se debe a que a los 60 años fue titular en la primera fecha de la Cuarta división uruguaya y lleva más de 45 temporadas ininterrumpidas jugando al fútbol oficialmente.
El futbolista uruguayo, que ingresó al libro Guinness de los récords por ser el más longevo en actividad, utiliza el dorsal que hace referencia a su edad y viste la casaca del Club Social y Deportivo Hacele Un Gol A La Vida”, una ONG que creó para llevar su mensaje a todo el planeta. En un mano a mano exclusivo con El Clásico, “La Leyenda” habló de todo. Además, sobre el final, redobló la apuesta: hay Carmona para rato.
—¿Cómo surge Hacele Un Gol A La Vida?
—En 2010, cuando doy comienzo al proceso de batir el primer récord mundial guinness como el jugador más longevo del planeta. Pensé que no podía quedar guardado en un cajón todo lo que Dios me permitió hacer, creo que él me eligió para ser un ejemplo de vida en deporte, salud y valores. Así fue que con mi familia consideramos fundar esta asociación civil. Visité escuelas, cárceles, liceos, clubes de fútbol, llevando el mensaje de la importancia de tener una vida saludable que es la que yo llevo, cero alcohol, cero drogas y buena alimentación. Gracias a ese proyecto social he tenido muchos reconocimientos.
—¿Cuál es la clave para seguir vigente?
—Creo que la clave está en la esencia de cada uno. Dios me eligió para esto. No fui un futbolista élite, pero la mente y el corazón te marcan un camino. Nunca pensar que tal cosa no la voy a poder hacer, o que determinada cosa no iba a poder cumplirla. Amo esta profesión y agradezco haber cumplido el sueño de ser futbolista, algo que le prometí a mi padre antes de su fallecimiento. El día a día me motiva, me da satisfacción saber que cuando todos se retiran a los 35-40, yo seguí. Y sigo. La gente me para en la calle y me pide consejos, esa es la gasolina para mi motor. Hay Carmona para rato. Le agradezco a Dios por ser único entre los 8.000 millones de habitantes en la Tierra.
—¿Los dorsales que vas utilizando tienen que ver con....?
—Soy zurdo y siempre jugué con la número 10. En casi todos los equipos que estuve, me eligieron como capitán. A partir de que batí el récord mundial, decidí cambiar el dorsal y alinearlo con mi edad. Desde el 2010 hasta el día de hoy, cada año que fui cumpliendo automáticamente se veía reflejado en mi camiseta. De ahí la enorme colección de casacas con números variados. Por eso, actualmente tengo la 60. Y pienso seguir...
—¿Cómo fueron los inicios de Carmona?
—No tuve los medios para poder triunfar en otros mercados. Eran otros tiempos y la necesidad económica de mi familia me llevaron a jugar en equipos chicos o ligas donde pagaban por jugar semanalmente. De pequeño disputaba torneos por dinero, sea de penales o de pegarle al travesaño, era un recurso para ganar un mango y llevar el pan a mi casa. La profesión me ha dado un reconocimiento como embajador mundial, tuve reconocimientos de diversas partes del mundo. Cuando me llaman para ir a un club, no acepto si no me permiten arribar con mi proyecto social
—¿Te pusiste algún plazo?
—La gente siempre me pregunta hasta cuándo voy a jugar y qué voy a hacer al día siguiente. Yo siempre cierro la nota con un lema: “La leyenda continúa, hay Carmona para rato”. Porque así lo siento, me siento joven, me siento vivo y que todavía puedo dar mucho. En Europa me hicieron un estudio de genética y el resultado fue que tengo un físico de un pibe de 20 años. Y acá también me están realizando diferentes testeos. No pienso en el retiro, me cuido muchísimo con la alimentación. Obviamente tengo dolores y sufro golpes, pero estoy muy bien.