Con Tapia en el país, volvió la rosca por el poder de AFA
La grieta no puede faltar en una República Argentina llena de divisiones, tejes, manejes, dudas y mucho más en el fútbol. Trascendió la figura de “Pep” Guardiola en una supuesta lista de apuntados para la Selección
05/07/2018 - 07:12hs
Que Pep Guardiola sea designado en “nuestra” selección (si termina el ciclo de Jorge Sampaoli) tal vez suene a imposible. Tan ilusorio como tener nuevamente la “World Cup” cuando hace tiempo no existen las divisiones juveniles organizadas... las fuerzas básicas, como dicen los españoles. Y a propósito de la Madre Patria, alguien ideó, pensó, hizo correr la bola Guardiola, el hoy coach del Manchester City, tal vez pensando más en un vínculo que renazca a Messi que en un plano realista. O tal vez le guste la futurología, porque en el horizonte no hay demasiada fe en que ello suceda. Y mucho más cuando el pasado tiene declaraciones del exitoso ex jugador y DT en una estadía en estas pampas: “Brasil tiene que ser entrenado por un entrenador brasileño, Argentina tiene que ser dirigida por un entrenador argentino” (textual). Por otro lado, no es la costumbre argentina tampoco ya que el último caso se encuentra hace 50 años y el único que dio cierto resultado ni siquiera fue lo que hoy se conoce como Técnico (ver aparte).
Por qué sí...
“Pep” es una suerte de padrino futbolístico de Messi. Esa razón inspiró a ciertas lenguas a lanzar su apellido.
Porque su alforja de títulos son el claro reflejo de la capacidad en los más altos niveles competitivos.
Porque le caben los fuertes retos. Cuando dejó al Bayer Munich consagrado quiso saltar a la liga inglesa por el hecho de probar las mieles del éxito en otro lugar. Y ya en Inglaterra, pidió por el fichaje de “La Pulga”.
Porque hoy Pep es entrenador y se lleva perfecto con otro indiscutible en el paladar del hincha argentino: Sergio Agüero (tercer goleador histórico albicleeste detrás de Messi y Batistuta).
Por qué no...
Porque en mayo extendió su contrato con el City hasta el 2021.
Porque convive en otra cultura por demás antagónica con “la nuestra”.
Porque -al igual que Simeone- es partidario del trabajo diario.
Porque ni siquiera tuvo la experiencia de seleccionado, ni en su España.
El tercer y último caso fue el de Renato Cesarini
El segundo entrenador en la galería de DT’s de la Albiceleste lleva el apellido compuesto de Lago Millán, quien nació en España -localidad de Pontevedra-. Los honores le caben a él entre los 46 que tuvieron ese honor, y además está en el podio de uno de los tres extranjeros.
Aunque no fue futbolista y su cargo real era el de preparador físico (eran tiempos en los que acompañaban mas de lo que influían verdaderamente en la cancha), José Lago Millán festejó la Copa América de Perú en 1927, y en los Juegos Olímpicos de Amsterdam en 1928 llegó a la medalla de plata.
El siguiente caso fue el del italiano Felipe Pascucci. Las cosas estaban confusas, cuando en los años treinta se desabía sobre qué clubes pagaban y cuáles no. Se venía el Mundial de Italia en 1934 y el dictador Mussolini quería que nuestro país estuviera sí o sí. Cuando faltaban pocos días para la gran cita, junto al plantel de 18 partió un masajista y a la vez DT, el tal Pascucci, que en 1933 condujo a River. En el Mundial tuvo un récord: jugó uno y se volvió (2-3 vs Suecia) en la única copa donde la Argentina terminó sin triunfos.
La última experiencia le cupo a Renato Cesarini, hombre que por su prestigio le diera más tarde la denominación a una institución rosarina. Había nacido en Italia (en la ciudad de Senigallia) pero a los pocos meses llegó al país con sus padres. Aquí dejó la huella como jugador y técnico. Con la Selección, jugó dos partidos en 1926, y luego de ser responsable de “La Máquina de River” en los ’40, el buzo de DT nacional lo esperaba entre 1967 y 1968. Falleció en 1969.