El Pincha ya le apunta al Decano
Tras la derrota ante Defensa y Justicia y la jornada de ayer libre, el plantel regresa hoy por la mañana a los entrenamientos en el Country Club de City Bell. El próximo objetivo: Atlético Tucumán.
El Lobo tuvo uno de los rendimientos más flojos durante este año y sobre el final perdió contra Central Córdoba. Con pocas actuaciones positivas, el equipo de Néstor Gorosito no pudo quedarse con la punta.
21/09/2022 - 00:56hs
Gimnasia ayer por la noche perdió una gran chance para seguir como puntero solo en la Liga Profesional y depender de sí mismo a 21 puntos de que finalice el certamen, pero más allá de la derrota, desde el juego fue lo más preocupante que mostró el equipo albiazul.
Después de lo que había sido el partido contra Arsenal, donde lo ganó de una ráfaga en el segundo tiempo y luego se dedicó a manejar el partido con tranquilidad, aunque en la primera parte también había sido un poco superior a los de Sarandí, en Santiago del Estero el Lobo comenzó muy bien y acorralando a Central Córdoba, pero esos minutos se esfumaron y nunca más volvió a superar al Aurinegro.
En mitad de cancha tuvo muchas falencias porque Agustín Cardozo estuvo sin ayuda a la hora de defender, Brahian Alemán no estuvo en sintonía y fue de los puntos más bajos al igual que Ramón Sosa, mientras que Alexis Steimbach cumplió su función pero no fue activo a la hora de ataque. Además, Franco Soldano volvió a repetir como siempre un gran partido desde la entrega pero nunca encontró asociaciones cuando bajaba a pivotear o peinaba pelotas áreas y Eric Ramírez sigue en una meseta de su rendimiento pero desde el sacrificio siempre da el presente.
En cuanto a la defensa, los laterales tuvieron un correcto partido porque hubo nula participación por afuera tanto como para atacar como para defender y por su parte, Óscar Piris dejó muchas dudas con jugadas donde no rechazó bien, estuvo mal posicionado o perdió algunas pelotas en salida.
De lo más rescatable, como a lo largo del torneo, fueron Rodrigo Rey y Leonardo Morales, que en un contexto de partido malo, aburrido y trabado para los dos equipos, respondieron cuando lo tuvieron que hacer y fueron regulares durante los 90 minutos.