Lange, el año después del oro

Tras haber atravesado un 2016 exitoso obteniendo la presea dorada en vela en los Juegos OIímpicos, Santiago Lange dialogó en exclusiva con el diario Hoy sobre su inmejorable año y las metas a alcanzar en el que recién comienza

"Siempre que uno encara proyectos aparecen adversidades, y el cáncer que me detectaron fue justamente una de las trabas que me presentó la vida, que suele dejar un montón de enseñanzas con momentos buenos y malos. No podía creer que me estuviera pasando eso a mí, con toda una vida dedicada al deporte; pero había que asumirlo. Entonces pedí que me operaran lo antes posible para dejar todo lo malo atrás”. 

Aquellas palabras, que aún siguen resonando en los oídos de todo el país, reflejan a las claras una historia de superación, esfuerzo, dedicación y optimismo, que llevaron a Santiago Lange a lo más alto del podio... de la vida. 

Hoy, con tantas emociones vividas, especialmente tras haber tenido un 2016 lleno de gloria con la conquista de la medalla de oro en vela en los pasados Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, el oriundo de San Isidro de 55 años goza de unas merecidas vacaciones en la tranquilidad de Punta del Este. Desde allí se prestó a dialogar con este medio y arrojó sus metas para este año que acaba de comenzar.

—¿Cómo comenzaste el año?

—Arrancó muy bien, descansando en Punta del Este con la familia, pero pedaleando mucho para generar una buena base aeróbica para poder empezar luego con los entrenamientos más fuertes e intensivos y afrontar el año de la mejor manera posible.

—¿Qué te genera este 2017 después de haber tenido un año increíble?

—Una sensación fantástica, continuando con mucha alegría y ganas de seguir superándome día a día. Además, el cariño de la gente sigue siempre presente y eso me motiva muchísimo. No me puedo quejar. 

—¿Tenés muchos proyectos además de lo deportivo?

—Sí, por suerte tengo muchas cosas por delante; en los próximos días estaré viajando a Buenos Aires para filmar un documental en el canal olímpico, y posteriormente iré a la America’s Cup (en Bermuda), que es un proyecto muy interesante para seguir perfeccionando diferentes aspectos en cuanto a lo deportivo.

—¿Empezó el objetivo olímpico pensando en Tokio?

—Ya empezamos con Cecilia (Carranza, su compañera) a preparar el proyecto olímpico, a trabajar despacio a la espera del nuevo barco, que nos lo van a entregar en poco tiempo. Además, estamos muy focalizados en la parte física para el primer semestre del año, y después asumir varios torneos para la segunda parte.

—Para los Juegos Olímpicos de 2020 vas a tener 58 años; ¿será más complicado ir por otra medalla dorada?

—Después de lo que viví en 2016 te aseguró que, con esfuerzo y dedicación, nada es imposible. Voy a estar un poco más viejo (risas), pero como siempre iremos por todo. De todos modos, siempre digo que hay que ir paso a paso, entrenándonos intensamente para poder estar en una nueva cita olímpica, como será la de  Tokio.

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