Los “Duendes” superaron por 4-1 en las finales a los Dallas Mavericks de Doncic y volvieron a ser campeones tras 16 años. De esta manera rompieron la paridad con Los Angeles Lakers. Jayson Tatum y Jaylen Brown las piezas claves de la temporada. Fue 106-88 en el TD Garden.
Los Boston Celtics superaron 106-88 a Dallas Mavericks en el quinto partido de las series finales de la NBA y son los nuevos campeones de la máxima liga de básquet. La histórica franquicia agrandó su leyenda al alcanzar el anhelado anillo número 18 para superar a su eterno rival, Los Angeles Lakers, y convertirse en los más ganadores de la historia.
Si bien no se coronaban desde 2008, justamente un 17 de junio como en esta ocasión, mantuvieron su estatus de equipo de elite. Y superan con creces a los Golden State Warriors (7), Chicago Bulls (6) y San Antonio Spurs (5).
Nunca un equipo había remontado un 3-0 inicial en el enfrentamiento decisivo del mejor básquet del mundo. Y si bien de la mano de Luka Doncic y Kyrie Irving descontaron para un 122-84 (38 puntos, la tercera diferencia más amplia en finales, que a su vez acabó con un récord de franquicia para Boston de diez triunfos consecutivos en postemporada), no hubo milagro en el TD Garden.
Jayson Tatum y su camino de espinas hacia la gloria
Tatum es una de las superestrellas de la NBA. La figura de los famosos Boston Celtics que lograron el ansiado anillo que a la franquicia se le negaba desde 2008, incluyendo la derrota en la final 2022. Un muchacho -hoy de 26 años- que mamó el sacrificio de su madre y siguió ese camino de una forma –inspiradora. Un jugador -alero de 2m03- que, además de un excelso talento, muestra aquellos valores, esos intangibles, que hicieron distinta a su madre y que le permitieron a él llegar a la elite mundial. De padres separados, en la casa de los Tatum, a veces alcanzaba para llegar a fin de mes y, a veces, no. Un ya adolescente Jayson se levantaba a las 5:30 para entrenar y cuando le dijo a una profesora que sería NBA, ella le dijo “búscate otro sueño”.
Los Celtics lo fueron rodeando cada año mejor hasta este mercado de pases sumar a Jrue Holiday, la pieza que le faltaba a un equipo que fue madurando hasta estar listo para dar el gran salto.