Más allá de que Messi y compañía no estuvieron en cancha, la conducción del choque decisivo de Rusia 2018 estuvo en poder de Néstor Pitana, el árbitro argentino que se sumó a Horacio Elizondo en impartir justicia en el juego inaugural y el definitorio.
Argentina jugó la Final del Mundo. Sí. Más allá de que Messi y compañía no estuvieron en cancha, la conducción del choque decisivo de Rusia 2018 estuvo en poder de Néstor Pitana, el árbitro argentino que se sumó a Horacio Elizondo en impartir justicia en el juego inaugural y el definitorio.
Ayer, el misionero estuvo acompañado por Hernán Maidana y Juan Pablo Belatti, un ahijado platense que representó a la ciudad en Moscú. Y la actuación estuvo a la altura de las exigencias que ameritaba un desarrollo de esta magnitud. Lo mismo sucedió con el holandés Bjorn Kuipers, quien fue el cuarto asistente.
No habrá sido la mejor performance, pero las palabras del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, una vez que les entregó las medallas correspondientes lo dijo todo: los argentinos dejaron al país en lo más alto con su tarea, pese a que aquí (en la Superliga) no se les reconozca.
En cuanto al desarrollo, Pitana tuvo unos fallos polémicos: primero pecó en la infracción que se generó Griezmann, de la cual luego provino el primer gol de Francia. Y luego, pese a estar bien ubicado, no observó la mano de Perisic para el penal del cuadro galo, por lo que debió recurrir al VAR y ser bien correspondido por el platense Mauro Vigliano y compañía.
En tanto, en el complemento, a Pitana se le simplificaron las acciones y detuvo el juego cuando un grupo protestante invadió la cancha.
En definitiva, la terna arbitral argentina respondió en sus cinco cotejos (Rusia 5- Arabia Saudia 0; México 0- Suecia 3; Croacia 1- Dinamarca 1; Francia 2- Uruguay 0 y la Final) siendo felicitados por Pierluigi Collina y la Comisión de Árbitros de la FIFA. Justamente el colegiado, de 43 años, se retirará de la actividad y pasará a ser instructor de árbitros del organismo.