Primavera celeste y blanca con el diario de la gente y una cábala de Selección

Ya nadie duda y todos se suben a la “Scaloneta”. Así fue bautizado cariñosamente al equipo campeón de América, rememorando el apellido de su mentor, que llegó en silencio como hace 24 años lo hizo a La Plata para jugar en Estudiantes; y ayer volvió a estar presente (pero como técnico) en el estadio Monumental.

Hasta allí llegaron cincuenta mil encantados por este presente del equipo celeste y blanco, sin importarles que era jueves, que había amenaza de tormenta o que hoy viernes había que levantarse temprano para ir a la escuela, a la facultad o al trabajo.

Otra vez, el equipo de Messi (el Lionel más famoso del mundo) volvió a regalar alegrías y esperanza, porque dentro de exactamente un año se estará calentando motores para la cita de Catar, que a esta altura del año ya nadie pone en tela de juicio.

Desde Mar del Plata, por ejemplo, llegaron Iñaqui Equizabal junto con su hermano gemelo, Fermín, y Mateo Regiondo. Nadie puso excusas para tomar la ruta dos, recorrer más de cinco horas con el tránsito, y llegar cerca de las 14 a las inmediaciones del estadio de River, cuyas puertas abrían después de las 17.

La Familia Giorgi llegó desde Santa Fe, mientras que también viajaron hinchas desde Salta y hasta de Miami, ciudad en la que pusieron una “filial” argentina para seguir a la Selección a la distancia, aunque en este caso fue de forma presencial.

Desde Comodoro Rivadavia también llegó Gabriel, quien lució una bandera alusiva a su ciudad y no dudó en dar su pronóstico para el próximo mundial: “Somos campeones del mundo”.

Como ellos, miles de fanáticos de todo el país, incluyendo los platenses que también dijeron presente con colores alusivos al Lobo y al Pincha; se sumaron al envión de la “Scaloneta” de Lionel y sueñan con que Messi vuelva a levantar el balón de oro, justo en el año previo al Mundial de Catar.