¡Santiago querido…! Tan cerca, tan lejos

La excursión de Estudiantes a Santiago del Estero quedó lejos en lo geográfico y cerca en el resultado. El equipo sumó el segundo partido sin ganar, pero buscó y experimentó durante toda la noche.
Central Córdoba llegaba agrandado por ganar en Mar del Plata y fue un hueso duro de roer. Más aún, se puso arriba en el marcador y otra vez le dio mucho trabajo a Mariano Andújar, como también había ocurrido con los anteriores rivales que le tocó enfrentar a Estudiantes.

De todos los jugadores que puso el técnico para marcar goles, el que menos posibilidades tenía era Leonardo Godoy. Sin embargo, confirmando que en el fútbol todo puede pasar, por un horror en la salida del arquero del equipo local, el Pincha empató el partido antes del final del primer tiempo, y en cierta forma se fue al descanso con justicia en el marcador.

Una vez más, el Ruso Zielinski volvió a revolver sobre lo seguro y el cambio no resultó: Sánchez Miño arrancó jugando de lateral por la izquierda luego de haber jugado de doble cinco contra Arsenal y de volante ante Colón.

El equipo nunca se terminó de encontrar y amoldar a tantos cambios tácticos y Central Córdoba se animó siempre por el sector izquierdo de la defensa.

A esta altura, cuesta explicar la presencia de Nicolás Pasquini, a quien se le complica la marca y no aporta soluciones en el ataque, más allá de patear algunos tiros libres.

En los últimos minutos del partido, al Pincha le faltó definición y los cambios que ensayó el técnico le devolvieron al equipo profundidad, pero sin eficacia para resolver el partido: volvió Federico González y erró dos goles. Además, Darío Sarmiento se puso nervioso abajo del arco y cuando tuvo la chance de ganar el partido definió arriba del travesaño.

Ganar en Santiago estuvo cerca. Pero de tan cerca, también estuvo lejos en la puntería cuando tuvo que dar la estocada final.