River y Boca se enfrentarán este domingo a las 15.30 en el Monumental por el clásico más importante del país. Ambos equipos, ya clasificados a octavos, definen sus formaciones para un duelo clave.
El Superclásico ya se empezó a jugar. Este domingo desde las 15:30, el estadio Monumental será escenario de uno de los partidos más esperados del fútbol argentino: River y Boca, igualados en puntos, se enfrentan en un cruce que puede marcar un antes y un después en la pelea por entrar a los playoffs.
Marcelo Gallardo viene con confianza tras una victoria ante Gimnasia en La Plata y un empate trabajado frente a Independiente del Valle en Quito. Sin descanso tras el regreso, el Muñeco piensa en los 11 y tiene una gran noticia: Giuliano Galoppo respondió bien en Ecuador, metió un gol y podría volver al equipo titular en lugar de Santiago Simón.
La otra buena para River es el alta médica de Maximiliano Meza. Si vuelve, es fija en el 11. Aunque su presencia podría forzar un cambio de esquema: River pasaría a jugar con un solo delantero —Sebastián Driussi, en buen momento— para reforzar el control en el medio. La idea es clara: más juego, más presión alta y llegada desde segunda línea.
Del otro lado, Fernando Gago también tiene trabajo. La baja de Edinson Cavani lo obliga a mover fichas. Todo indica que Miguel Merentiel será el nueve, acompañado por Exequiel Zeballos, aunque Alan Velasco no está descartado.
La gran incógnita está en la zaga. Cristian Lema, sin ritmo pero con experiencia, podría meterse en el equipo. Gago duda entre él o Lautaro Di Lollo. Ayrton Costa, zurdo como Valentini, quedó prácticamente afuera por un tema de perfil.
Más allá de los nombres, el foco estará en como cada DT plantea la batalla táctica. Gallardo apuesta a una versión agresiva y dominadora, con juego interno y laterales profundos. Gago, en cambio, piensa en transiciones rápidas, presión en mitad de cancha y aprovechar cada espacio.
Ambos equipos llegan con necesidad y ambición. Gallardo y Gago diseñan sus estrategias, sabiendo que en este tipo de partidos cada detalle cuenta. El Monumental será una caldera y el Superclásico promete, una vez más, estar a la altura de su historia.