El doloroso momento que está atravesando Lizy Tagliani
La humorista se enteró por televisión de una inesperada noticia que la destrozó.
La abogada se refirió a la situación del actor a pocas horas de darse a conocer la reanudación del juicio que impulsa Thelma Fardin en Brasil y relató las circunstancias en las que decidió dejar de representarlo en la causa.
30/03/2022 - 00:00hs
La Justicia de Brasil reactivó el juicio a Juan Darthés, luego de que fuera anulado en febrero. En el programa Los ángeles de la mañana mostraron una imagen del actor a la orilla del mar.
Luego, Ana Rosenfeld hizo una fuerte declaración: “A mí me produce un terrible rechazo verlo, porque yo fui víctima de él también. Yo confié en su palabra. No solamente en la de él, sino también en la de su grupo familiar, cuando tomé la decisión de defenderlo en el tema de Calu Rivero”.
Rosenfeld se refirió a su experiencia con el actor. “Hablé con él y con su mujer. Incluso, la primera que me contactó fue ella diciéndome que se estaba difamando el nombre de Juan porque lo estaban involucrando en algo que no se había podido probar”, contó.
“Cuando yo lo llamé, en el día me enteré que iba a ser denunciado, me dijo muchas cosas que, por supuesto, nunca conté. Simplemente me limité a dar un paso al costado en su defensa. Y yo siempre digo que si me hubieran llamado a declarar en alguno de los juicios, yo hubiera estado presente”, reveló la letrada.
Relató cómo fue la reacción de la familia cuando ella se abrió del caso. “Las palabras que yo tuve en ese momento después me costaron la situación en la que me encuentro”, agregó, en relación a la suspensión de la matrícula por parte del Colegio de Abogados de Capital Federal. “Cuando di un paso al costado, tanto él como su mujer me dijeron: Te entendemos”, dijo.
“Apareció un abogado que dijo: Está linkeándose con tu renuncia la culpabilidad de Darthés y me denunció. No solamente no entendieron mi renuncia, sino que legalmente seguí siendo su abogada, porque procesalmente y éticamente me correspondía seguir defendiéndolo durante diez días hasta que asumiera una nueva representación; por lo tanto, en ningún momento lo abandoné”, explicó Ana Rosenfeld.
“Yo fui víctima de él también. Yo confié en su palabra. No solamente en la de él, sino también en la de su grupo familiar”, concluyó.