Courtney Love, una vida difícil y la resiliencia cotidiana

Nacida en el seno de una familia de clase media, Courtney Love creció en una comunidad que no le sentaba cómoda por lo que inició su vida independiente al entrar en la ­adolescencia. Tuvo algunos empleos temporarios, pero su pasión estaba dada por la música y las bandas que fundó.

Emancipada y con una pensión que provenía de sus abuelos, la mujer estaba a los tumbos y el dinero no le alcanzaba. A pesar de insistir en sus proyectos musicales y de probar suerte como actriz, solo obtenía pocas presentaciones y roles pequeños. Llegó a trabajar como estríper para poder solventar sus gastos.

A finales de los 80, la mujer se casó con un cantante pero la relación duró tan solo unos meses. Luego emprendería un noviazgo con el guitarrista de su banda, Eric Erlandson que también sería un vínculo breve.

Un día, sin saberlo, conocería a Kurt Cobain y todo cambiaría para siempre. Este amor salvaje nació una noche en un bar donde tocaba Nirvana, la banda del músico fallecido y nunca más se separaron. Por ese entonces, la banda acababa de lanzar el disco Nevermind, que vendió un millón de discos en el primer mes. El conjunto ya se consagraba como un hito muy importante del género grunge.

Con una intensidad pocas veces vista, la pareja convivía y consumía heroína a diario, lo que los llevó estar internados en centros de rehabilitación en más de una oportunidad. Ambos estaban ocupados en sus giras y trataban de congeniar las agendas para poder continuar con la relación amorosa.

Entrados los años noventa, más precisamente en el 92, la rubia debilidad quedó embarazda y realizó un tratamiento para dejar sus adicciones. Su compañero quiso seguir sus pasos, pero terminó por recaer en una gira que hizo Nirvana por Australia. Se casaron en Hawái y a los meses recibieron a su hija Frances (que debió ser tratada por abstinencia al momento del nacimiento).

La situación fue entonces judicializada, por lo que la custodia de la niña quedó al cuidado de la hermana de Courtney. Lograron superar los consumos problemáticos gracias a un tratamiento, pero al recuperar la tenencia de la menor volvieron a recaer en sus adicciones.

Asimismo, la mujer atravesaba una depresión severa y no podía lidiar con el peso de la fama, el acoso mediático y la exposición pública. Durante una gira en Roma, Kurt estuvo internado por consumir bebidas alcohólicas y antidepresivos. Pasaron unas semanas y escapó con un destino incierto. Fue en ese momento que tomó la decisión de quitarse la vida consumiendo una dosis de heroína y gatillándose con una escopeta que compró para su defensa personal. Horas más tarde, el hombre fue encontrado por un electricista que concurría a trabajar en su mansión.

Luego de la tragedia, Love debió hacerse cargo de salir adelante, crió a su hija y empezó una carrera en el cine pero sus hábitos dañinos la llevaron a protagonizar escándalos, huidas y robos. Asimismo la dejaron violenta, fue detenida y perdió la custodia de su hija con quien hoy mantiene una relación difícil.

Con un tratamiento estricto, Love se mantiene limpia y administra sus bienes mientras que trabaja en la industria cinematográfica. Asimismo, la heredera recibió más del cuarenta por ciento de la fortuna paterna, se abocó a la producción musical y vive por fuera del raid mediático.