El romance menos pensado

Bajo la pluma de Christian Andersen, surge una biografía sobre los príncipes William y Harry más las vicisitudes contemporáneas junto a sus esposas. En esta producción gráfica se revelaron las peleas y contradicciones suscitadas por el casamiento del menor con Meghan Markle, una mujer de descendencia afroamericana.

Ahora llegan verdades sobre la relación que William mantuvo con dos celebridades de la farándula vernácula que dejarán a más de una con la boca entreabierta.

Sucede que el hijo mayor de Lady Diana Spencer en su primera adultez mantuvo un romance con la cantante pop Britney Spears. En ese lapso de tiempo breve, los muchachos lo dieron todo para poder mantener la relación a flote pero fue imposible debido a sus abultadas agendas, los compromisos profesionales y no menos importante, la distancia puesto a que vivían en países diferentes.

Es más, en una oportunidad la intérprete declaró que intercambian teléfonos. Con el paso del tiempo, como es de público conocimiento, Britney se casó con un bailarín, tuvo dos hijos y luego perdió su emancipación debido a los comportamientos erráticos (más sus problemas de salud mental).

Ahora, pudo sanar, recuperó la libertad y se encuentra plena. Por otro lado, el segundo romance que se le adjudica al príncipe es junto a la modelo y sobrina del expresidente Bush, Lauren. Este coqueteo de todos menos no llegó a grandes ligas pues no duró mucho tiempo. Durante su vida entera, la casa real esperó que los herederos se relacionaran con personas de otras familias monárquicas.

Sin embargo, los chicos siguieron los pasos que su mamá hubiera querido y terminaron formando sus familias junto a plebeyas que se convirtieron en estrellas de primera línea. Primero fue William que conoció a Kate y Harry a la actriz, Meghan Markle. Sobre este episodio, el autor reflexiona: “Creo que es muy revelador que tanto William como Harry se hayan casado con plebeyas. Quiero decir, la mamá de Kate era asistente de vuelo y creció en viviendas públicas. Meghan obviamente tiene raíces de clase trabajadora, es estadounidense, divorciada y birracial, todas esas cosas que nunca esperarías en un millón de años. Pero creo que esas son cosas que a Diana le hubiera encantado, el hecho de que salieran de la zona de confort de todos”.