En un repaso histórico por los ciclos, personajes y figuras que marcaron un momento de la TV, diario Hoy recuerda en esta ocasión el perfil del humorista.
En los años 80, el humorista Eddie Murphy comenzó su carrera haciéndose un lugar en la escena nocturna e independiente. Paso a paso se consagró y llamó la atención de los productores que buscaban nuevos talentos, convocándolo para participar en cintas a través de pequeños roles donde mostraba su ingenio.
Sus inicios fueron comunes y corrientes, criándose en un hogar humilde de Brooklyn, su padre falleció apuñalado por una amante mientras que la madre atravesó una enfermedad terminal. Por esta razón, Eddie y su hermano menor culminaron sus días de la infancia en un hogar para huérfanos.
Al crecer y forjarse un rol dentro del ambiente artístico, este perfil repleto de ironía, humor negro y sinceridad brutal, lo llevó a jugar con palabras crueles y siempre al borde del mal gusto. Eran otros tiempos, la conciencia sobre el racismo, las palabras lascivas o cuestiones de empoderamiento no estaban en boga y años más tarde, Eddie debió pedir disculpas por mofarse de los ricos, los rubios, los gordos u homosexuales.
Tras su paso por Saturday night live, participó de la pelicula 48 horas convirtiéndose en el actor negro mejor pago por aquellos años. A este proyecto le continuaron otros que hoy se convirtieron en clásicos y muchos tendrán su remake, estos éxitos fueron De mendigo a millonario (1983), Un detective suelto en Hollywood (1984), The golden child (1986), Un detective suelto en Hollywood II (1987) y Un príncipe en Nueva York (1988). Estos enormes éxitos lo convirtieron en una de las estrellas mejor pagas.
Con el correr de los años, y el inicio de los ‘90, la suerte de Eddie sufrió un cambio, pues sus producciones comenzaron a disgustar al público y esto se trasladó a las cifras que daba la taquilla. A pesar de contar con presupuestos elevados, él ya no era un éxito y sus últimas películas De estafador a senador, Boomerang, Un detective suelto en Hollywood III y Un vampiro suelto en Brooklyn fracasaron de forma rotunda. Dadas estas circunstancias, debieron pasar unos años para que su perfil artístico pudiera resurgir pero esto llevó a la decadencia de su vida íntima puesto a que se vio envuelto en más de un escándalo.
En 1996 se embarcó en sus últimos proyectos populares como El profesor chiflado y Doctor Dolittle, pero luego todo se precipitó. Fue detenido por la policía tras ser encontrado con una joven transexual llamada Shalimar Seiuli que tenía una orden de arresto y expuso el tiempo compartido con el humorista. Más adelante conoció a la Spice Girl Melanie Brown, mantuvieron una relación amorosa y recibieron a su hija Ángel Iris que no fue bienvenida por Murphy y debió ser reconocida por un juicio de paternidad. Con una fortuna valuada en 85 millones de dólares, Eddie se prepara para regresar por Netflix y espera ser mejor considerado a sus casi 40 años de carrera.