Harvey Weinstein: una historia de aberraciones

Años atrás, las luchas y conquistas de género comenzaban a tomar visibilidad: las mujeres salieron a la calle a pelear por sus derechos y así surgió el movimiento internacional Me Too.

Por ese entonces, la modelo y actriz Rose McGowan tomó las riendas de sus redes sociales para publicar un mensaje misterioso donde daba cuenta de que un productor había intentado abusar de ella. Sin embargo, nunca dio su nombre y todo quedó en ese posteo, aunque abrió una incógnita al preguntar por qué las mujeres no denunciaban.

Asimismo, en aquellos tiempos, estaban sucediéndose juicios penales a famosos por crímenes sexuales, tal como sucedió con el actor Bill Cosby. Morgan Freeman y el periodista Bill O'Reilly también quedaron en el ojo de la tormenta al recibir graves denuncias.

En relación con el cine, existían rumores certeros de que el productor audiovisual Harvey Weinstein tenía malos modos con sus empeladas. Es por ello que fue investigado por un grupo de policías de New York, pero todo quedó en la nada porque nunca se hizo una denuncia formal al respecto.

La periodista Jodi Kantor, que trabajaba en el reconocido medio New York Times, decidió ahondar en este tema y le escribió a Rose para pedirle un testimonio. También inició una investigación sobre las impunidades del magnate audiovisual. Poco a poco fue recabando todo el material, que incluía testimonios de primera línea de McGowan y de Ashley Judd, otra afectada.

La noticia se publicó entonces en octubre de 2017 y se abrió el juego al Me Too. Gracias a esta iniciativa, pudieron sumarse más historias que revelaron la perversidad del individuo. Luego de una semana, el periodista Ronan Farrow, hijo de la actriz Mia Farrow, también dio a conocer las declaraciones de 13 mujeres que fueron acosadas sexualmente, entre ellas la intérprete Mira Sorvino.

Gracias al accionar del periodismo, más de 80 víctimas se animaron a dar un paso hacia el frente para llevar al sujeto ante los tribunales.

Por su parte, el acusado primero emitió un comunicado negando estas denuncias, donde indicó que respetaba a las mujeres. Tiempo después fue despedido de la empresa que mantenía junto a su hermano: una productora muy famosa a nivel internacional. Incluso fue desvinculado de las asociaciones. La compañía presentó la quiebra y el acusado debió pagarles a los empleados.

Weinstein, quien ganó el Óscar a la mejor película como productor de Shakespeare in Love y siete premios Tony por obras y musicales como Los productores, Billy Elliot y Agosto (Condado de Osage),​ fue sentenciado en febrero de 2020 por dos cargos de delitos sexuales a 23 años de prisión, porque los otros casos prescribieron por el paso del tiempo.