El artista abocado a las generaciones más pequeñas reflexiona sobre la tecnología y los modos de producción imperantes en el presente. Asimismo, presenta su nuevo show teatral.
Durante una charla íntima con este multimedio, el músico y artista Hugo Figueras reflexionó sobre el camino andando en los escenarios teatrales y su trabajo abocado a las generaciones más pequeñas.
Además, presentó el show que dará el domingo 17 de enero, a las 18.30, en el Club Atlético City Bell.
—Con tantos años abocados al público infatil, ¿cómo se innova teniendo en cuenta el avance de la tecnología y las nuevas generaciones?
—Antes de dedicarme a hacer presentaciones de música en vivo para la infancia, he trabajado, y lo sigo haciendo, como profesor de música en jardines y talleres de arte.
Esta aclaración deviene porque los cambios que puedan surgir en las infancias, debido a los nuevos contextos, los vivo al mismo tiempo en el contacto diario. Respecto de la tecnología y la relación con ella, trato que juegue a mi favor en las puestas que elijo hacer para mis presentaciones, usando proyecciones de video, conexiones en vivo, efectos de sonido y luces etc.
De hecho, en este período de cuarentena, las redes sociales (tecnología en su máxima expresión) fueron mis aliadas más importantes para seguir en contacto con mis estudiantes a través de Zoom para las clases y las transmisiones en vivo por Instagram y Facebook. Esta experiencia fue todo un aprendizaje muy grato.
—¿Cuáles son las aventuras que prefieren los niños, tus pequeños espectadores?
—¡Todas! Podría decir que más que “hacia dónde vamos”, es “cómo vamos”. Por supuesto que el viaje en mi “nave espacial” es fascinante. Por ejemplo, quién no soñó con ser astronauta, sin embargo hay infinitos modos de explorar mediante juegos y desafíos como lo son las adivinanzas, juegos de memoria en alguna canción acumulativa, planteos más poéticos y reflexivos, como también bailar.
En fin, podemos decir que el mundo artístico o mejor dicho simbólico es parte de lo “real”, solo hay que animarse a visitarlo. El público infantil es inmenso. Me encanta escuchar a los pequeños con su lógica “ilógica” que dispara para cualquier lugar y es inesperado para un adulto “ya formateado” en las reglas de la física y de la sociedad. En el mundo infantil las posibilidades son ilimitadas, es ese famoso pensamiento lateral.
—¿Qué te traés entre manos para este show?
—Habrá algunas nuevas canciones y desafíos, varios de mis instrumentos como el chelo, el cuatro venezolano, el acordeón, el banjo (que es la guitarra que me presta el chico de la luna), por supuesto mi guitarra. Como te decía, si todo funciona correctamente estaremos tocando vía web con un cuarteto de cuerdas que, en estos días, están de gira, también vendrá Melisa con su pincel mágico que pinta de los colores que el público le pide.
—¿Cómo se hace para competir con toda la tecnología con la que actualmente cuentan los niños para poder entretenerlos?
—Creo que la música en vivo tiene un poder increíble, me consta. De todas formas, hay espacio para todo, he visto chicos y chicas jugar juegos de manos cantados, patear la pelota, e incluso jugar a tirar la botella para ver si cae parada, juegos que podrían ser de cualquier tiempo.
—¿Cuál es el mensaje que querés brindar a través del arte?
—No trabajo sobre uno como tal, me refiero a una bajada de línea. Es decir no hay canción de “portarse bien”, tampoco de portarse mal, no me gusta la demagogia (risas). Más bien invito a expandir los límites de lo real, nuestro universo simbólico. El centro de la escena es la música, por lo que un poco tiene de clase de música, me refiero a que me gusta contarles cómo se llama el instrumento que voy a tocar, o el género musical, si viene al caso. Pero, antes que nada, algo que es mi norte también en mi trabajo como docente: que sea un momento ameno, poder construir entre quienes estemos compartiendo ese tiempo un hermoso futuro recuerdo. Como ves, sería un mensaje un poco amplio, pero se podría decir que lo hay.
—Creaste cientos de personajes en tus canciones, ¿cuál es tu favorito?
—No podría decir cuál es mi favorito, es como con los hijos/as, pero tal vez el Patotero, sea uno de los preferidos del público, es más, ya aparecen parientes de este personaje, como el Rey Tero, su primo, que te repite todo como un loro.
—¿Cómo seguirá tu año? ¿Tenés planificado hacer temporada o lanzarte a un nuevo proyecto?
—Quién sabe cómo seguirá, no depende solo de mí, sobre todo respecto de las presentaciones en vivo. Hay sí varios proyectos, canciones, posibles publicaciones, pero el mayor desafío, (no me animo a adelantar mucho) si todo va bien, lo verán por la tele.