“Gandalf” se vacunó contra el Covid-19
El actor Ian McKellen, que le dio vida a Gandalf, se vacunó y aseguró sentirse “eufórico”.
El actor español revela, en un rol desafiante, el compromiso y amor que tiene por la actuación, investigando y preparándose física y mentalmente para encarnar a un personaje controvertido y apasionante.
18/12/2020 - 00:00hs
Sin dudas una de las figuras más reconocidas del boom de las series españolas es Jaime Lorente, quien ahora se pone en la piel del mítico Rodrigo Díaz de Vivar en El Cid, superproducción de Amazon Prime Video que llega hoy en simultáneo en 240 países. Diario Hoy dialogó con el actor para saber más detalles de un rol exigente en un año complicado.
—¿Qué parte de la historia te inspiró más para crear tu personaje, la parte leyenda, positiva, o la parte histórica con sus luces y oscuridad?
—Está a caballo entre las dos cosas, está entre la parte histórica y la leyenda, y en la mitad está la parte más humana, los bajos fondos del personaje y qué acontecimientos emocionales le acontecieron a él para terminar siendo quien fue. Detrás de la leyenda hay un ser humano, y descubrir qué había detrás de esa coraza, esa espada, esa cota de malla, qué le pasaba a él dentro de su corazón y de su cabeza y es lo que más me ha inspirado, contar esta figura para encontrar a alguien de verdad.
—¿Cómo te preparaste para el personaje?
—En varias fases, desde que hago el casting y me eligen pasaron varios meses y aproveché para documentarme e investigar, a nivel físico, estaba rodando La casa de papel y tuve pocos meses de entrenamiento físico, andar a caballo y utilizar las espadas, pero intensos, porque este tío cabalgaba muy bien y utilizaba muy bien la espada y había que dar la talla.
—¿Entrar en época y utilizar vestuario te pone en situación?
—El código cambia en todo sentido. Venía de hacer personajes más expresivos que El Cid, que es más contenido, y uno tiene que trabajar con la densidad, en la época se trabaja mucho con la densidad de los elementos que ayudan a meterse en el mundo de El Cid, como en este caso.
—¿Qué atractivos creés que posee el show para atrapar a nuevas audiencias?
—Estamos acostumbrados a ficciones en donde la figura del héroe se coloca por encima del bien y del mal, en un contexto asociado a algo casi místico de “he nacido con un poder y con un don y haga lo que haga siempre voy a estar por encima del bien o del mal”. Esta serie cuenta la historia humana del héroe, sus pasiones, trampas, errores, virtudes, pero lo presenta como alguien más, que pueden identificarse los jóvenes, el nivel de empatía que puedes tener en el sillón de tu casa es diferente al nivel de empatía que puedes tener con Superman, que te puede gustar Superman, pero yo no empatizo en nada con Superman (risas).
—Varias críticas apuntan a la ausencia de momentos icónicos de la historia en la primera temporada, ¿se sumarán en la segunda?
—Yo creo que sí, pero en esta se intenta contar el contexto político, social, sentimental, familiar de donde surge la figura de El Cid, como adolescente. Es un trabajo difícil, porque hay que conocer las condiciones del personaje para continuar. Es una temporada de presentación donde todo queda muy atado y luego la historia va a viajar hacia algo mucho más grande.
—¿Qué es lo más importante que aprendiste este año?
—Yo llevaba dos años y medio sin dejar de trabajar ni un segundo, y con el confinamiento no pude ver a nadie de mi familia, y llevaba cinco sin verlos, y podría haberlo hecho, creo que la lección más importante es cuidarnos y la familia es muy importante y la única manera de salir de esto es uniéndonos, cuidándonos y que la gente que tiene que cuidarnos lo haga, no hay otra.
—¿Qué harás en las fiestas?
—Mi idea es, si nos dejan, bajar a Murcia, mi tierra, y estar con los míos.
—¿Cómo te gustaría que reciban la serie?
—Espero que la gente se entretenga, que pase un buen rato y que se olvide de la dura realidad que estamos viviendo, que la disfruten mucho. No puedo especular, pero ojalá la disfruten, me gustaría que el trabajo sea reconocido, le pusimos mucho amor.
—¿Planes para el 2021?
—Actualmente estoy rodando la última temporada de La casa de papel, tengo para largo recorrido y no tengo nada más, me genera ansiedad, pero con esto no podés hacer planes de futuro.
Otras pasiones: la música, el teatro, la familia
—¿Qué compartís con El Cid?
—Soy una persona con principios muy fuertes, con un sentido de lealtad con los míos muy fuerte, intento hacer el bien, soy muy reflexivo. A veces me comen los demonios, tengo luchas internas sobre qué debo hacer y qué no, tengo una parte oscura como todos y por eso he coincidido mucho con el personaje.
—Recientemente te lanzaste como cantante y en la serie exploras con el tema Romance esta faceta…
—Yo he amado la música siempre, el rap me encanta, en pandemia encontré un productor, y con la producción de El Cid compartimos muchas ideas y avanzamos.
—¿Qué balance hacés de este año tan complicado?
—Sinceramente tiro hacia lo negativo por la pandemia que a mí y a todos nos ha pegado mucho, a nivel personal fue intenso artísticamente, me atreví a hacer muchas cosas. Ha sido un año muy difícil.
—Te reconectaste con la actuación con Matar cansa de Santiago Loza, ¿qué podés contar de esa intensa experiencia?
—Ha sido un sueño cumplido, el monólogo me llegó mientras rodaba El Cid.
—Imparable…
—Sí, soy un poco así, y por suerte pude hacer el monólogo con mis compañeros de teatro, con los que nos fuimos de gira varias veces, volví al teatro y me pude reconectar con mi esencia más pura, una banqueta y un vaso de agua.
—¿Qué harás en las fiestas?
—Mi idea es, si nos dejan, bajar a Murcia, mi tierra, y estar con los míos.