Mamoru Hosoda cuenta detalles de su nueva película

El nuevo largometraje del realizador Mamoru Hosoda, Belle, presentado en el último Festival de Cannes, llega a los cines argentinos. La excusa fue la ideal para poder dialogar con él sobre animación y mucho más.

—¿Cuándo supiste que querías dedicarte a la animación?

—En 1992, recién me había graduado de la secundaria y quise dedicarme a la animación. Para serte sincero, fue muy difícil y duro, de hecho pensé en abandonar muchas veces. Ese mismo año se estrenó La bella y la bestia, la vi y pensé que si se podía hacer ese tipo de animación tan poderosa, tenía que seguir. Después de 30 años pude hacer mi propia versión de La bella y la bestia.

—En Belle hay una reflexión, profunda pero dolorosa, sobre relaciones, redes sociales y vínculos. ¿Cómo articulaste todos estos temas en la película?

—La idea del mundo digital o internet se retrotrae a 20 años atrás, cuando hice Digimon adventure: our war game. El comienzo de internet fue tomado por pocos realizadores, y menos en esa época, como posibilidad de crear nuevos mundos..

—¿Cuál es tu relación con internet, las redes y las aplicaciones? ¿Alguna vez sentiste como la protagonista que internet es el peor lugar para estar si no te ponen likes?

—Sé que a muchos les afecta no tener “me gusta” en las redes sociales, pero a mí me interesa mucho más la conexión que tenemos con internet y su mundo. Porque al final hay una sola realidad en la que los humanos vivimos. Internet, con su avance, crea otro mundo o espacio para vínculos, en donde muchos pueden ser más libres. Internet sirve para crear estos nuevos mundos y dar opciones a muchos, y es esperanzador en un punto.