Los Valses presentan 2039, un nuevo desafío artístico
La banda conformada en La Plata lanzó una canción inspirada en la obra de un cineasta japonés, y contó con la participación de Lisa Abraham.
Entrevista exclusivaEl éxito de la calle Corrientes, y uno de los musicales con mayor continuidad local, festejó sus 100 funciones y diario Hoy estuvo ahí.
22/06/2022 - 00:00hs
El exitoso musical de Broadway que se presentó exitosamente en calle Corrientes en 2019, se reestrenó en el teatro Astral de Buenos Aires con Martín Bossi, Fer Dente y Laura Esquivel en sus roles protagónicos, acompañados de un gran elenco. Todos están bajo la dirección de Ricky Pashkus, quien también tuvo a cargo la reciente puesta en España, con igual suceso. En el mes de la diversidad, además, la obra celebró sus primeras 100 funciones y allí estuvo diario Hoy para dialogar con el elenco y brindar por muchas más.
—¿Cómo se siente ser parte de la obra y celebrar 100 funciones?
—Laura Esquivel: Con mucha felicidad, obviamente, saber que se pudo volver a hacer teatro y que uno siente que todo vuelve a ser “normal”; volver, ver a la gente que se ríe, el aplauso que para el actor es hermoso. Felices de celebrar las 100 funciones, con el parate de la pandemia y haber vuelto es un gran logro, además de sostener esta puesta que es inmensa, una gran producción.
—¿Se vive como una revancha el poder volver a estar en cartel?
—Fernando Dente: Si te dijera que no lo pensé te mentiría, pero había una certeza muy grande de que esto iba a pasar, asociada a retomar algo. Para mí volver significa el fin de la pandemia, y si bien fueron dos años dolorosos y eternos, me da bronca porque ahora fue así, estamos de nuevo en el escenario y fue maravilloso, es una celebración cada día.
—Martín Bossi: Sí, re una revancha, porque la pandemia cortó un montón de cosas, como a todos, pero volver fue una catarsis hermosa que se necesitaba para poder seguir. Kinky es una experiencia que no me la voy a olvidar nunca en mi vida.
—Porque además vemos algo distinto de vos…
—MB: Sí, vemos otra cosa, algo hermoso, construido para todo tipo de público, porque no está encasillado Kinky boots.
—¿Cómo fue reencontrarse en el escenario con el personaje y con los compañeros?
—FD: Hermoso, siempre que uno reestrena una obra o revisita un musical es como volver a un lugar donde uno la pasó bien, como ir a donde uno veraneó y la pasó bien. Hay algo de eso que está bueno, que el cuerpo se acomoda, la energía, además de este teatro, que es como mi casa, donde hace 14 años casi ininterrumpidamente estoy haciendo algo; Despertar de primavera, Casi normales, mil cosas que hice acá y las disfruto. Es una sala que tiene mucha historia para mí, porque acá estrené mi primera obra grande, que fue Hairspray, y estar hoy acá con una obra como esta, con un personaje como este, tan generoso para un actor es hermoso.
—MB: Yo tengo una memoria muy grande, entonces lo que yo construyo alguna vez en mi vida está. Entonces lo agarré y fue muy familiar. Sí fue duro la primera vez, que tuve un año para construir lo que se necesitaba que eran dos personajes, un boxeador y una drag queen bajo la misma alma; eso fue difícil, pero una vez que está sellado, no me costó volver.
—¿Fue difícil sumarse al equipo que ya la estaba haciendo?
—LE: Éramos mitad de la temporada anterior y la mitad nuevos, así que no era la única como muchos chicos del ensamble. Entonces fue un nuevo comienzo para mí, sin eso de los 15 días previos que “entras”, sino con mucho tiempo de ensayo; hasta los que venían de la temporada anterior revisaron todo de cero. Lo viví con mucha felicidad, con responsabilidad porque es un rol que viene de Broadway, que ya existe, está prearmado, y después poder sumarle cosas junto a Ricky.
—¿Canción preferida de la obra?
—LE: A mí me gusta mucho Sex is in the heel, que la canta Martín con las Angels, porque tengo una anécdota que es que la cantábamos con mi mamá cuando la vimos en Broadway en 2016 y nos había quedado en la cabeza; porque además la puesta es hermosa, las Angels están superhermosas producidas, el cuadro era impactante y también la puesta.
—FD: Salto de fe es el cierre de la primera etapa de la obra y me encanta.
—MB: La que canto con Fernando en un costadito en el baño, le hablo al padre también, “recuerdo en mi niñez, cuando te busqué, encontrarme en él, no soy lo que él pensó”. La cantamos con Fernando y ese es un momento íntimo, sentado en un banco y con él al lado, con un pianito. Y es muy riesgoso porque para un actor estar sentado y quieto en un escenario es muy riesgoso, y creo que lo logré después de 20 años eso, estar quieto con el corazón ahí; es muy fuerte y es lo más lindo que escribieron en la obra.