¿Karina “La Princesita” apuesta al amor?
“No estoy de novia, pero estoy bien. Estoy charlando con alguien. No tengo novio todavía”, aseguró la cantante.
Así se expresó Gabriel Rolón acerca de la espontaneidad en los discursos que recorren sus obras. Además, presentó El duelo, su última producción literaria y el streaming que dará a la brevedad.
21/11/2020 - 00:00hs
Durante una entrevista íntima con este multimedio, el psicoanalista, actor y escritor Gabriel Rolón presentó su más reciente obra literaria titulada El duelo (Cuando el dolor se hace carne). También, nos invita a vivir Pasión, el show online donde se explayará, junto al público, sobre los temas que nos movilizan.
La cita obligada será el 27 del corriente, a las 22, cuyos tickets pueden adquirirse a través de Plateanet.
—Hace 15 años escribiste una obra, continuaron tantas otras y ahora estrenás El duelo, ¿cuál es el tuyo?
—Es un tiempo de pérdidas para todos. La humanidad está en duelo y no soy la excepción. Perdí abrazos, encuentros y la cercanía a la gente amada que la pasó mal por cuestiones de salud. Además, estrenaríamos El lado B del amor pero llegó el aislamiento y allí está el deseo que quedó trunco. Así es la vida, un lugar sin demasiado sentido donde el azar juega sus cartas y debemos tener la entereza de reponernos de las pérdidas para volver a encarar la construcción de un destino donde se jueguen nuestros sueños.
—¿Qué te llevó a elegir esta temática para el libro?
—Desde hace mucho doy charlas en los teatros. El público me hace preguntas e intento pensar junto a la gente acerca de los temas que me proponen. Esta vez quise que fuera diferente. Quise plantear sus obsesiones, miedos, y preguntas. En definitiva, las pasiones. Por eso desfilarán cuestiones como el amor, la sexualidad, las pérdidas, los miedos o la muerte. Además habrá música porque me acompañarán Nacho Abad y Pato Villarejo que, con su arte, van a ir amueblando mi relato.
—¿De qué manera te preparás para el streaming?
—Con algo de nervios y estudiando mucho. Como siempre, antes de cada función, me refugio en la lectura y la música. Pienso que algo que leí a último momento puede convertirse en un disparador para abordar los temas de modo distinto al que lo hice hasta ahora. Me gusta abrir las puertas para que aparezca una idea o una emoción que ni el público ni yo teníamos antes de la función. Si eso ocurre, creo que ambos seremos felices.