El supuesto romance de Marcelo Tinelli
Mercedes Ninci reveló la información.
La talentosa intérprete no solo protagoniza, sino que además coescribió, durante años.
18/10/2023 - 00:39hs
El jueves llega a los cines Norma, la maravillosa película de Santiago Giralt. Una deliciosa comedia que tiene en el rol central a Mercedes Morán, una de nuestras mejores actrices y que, además, en esta oportunidad, escribió el guion junto con el realizador. Hablamos en exclusiva con ella para conocer más del viaje de Norma y también el de ella como actriz y escritora.
—¿Cómo fue el origen del proyecto que terminó en esta película extraordinaria?
—Nos hace muy felices que la película pueda llegar así de este modo, ese era la intención. Esto empezó hace muchos años de una manera muy espontánea, estaba haciéndole una devolución de una novela a Santiago porque siempre que nos juntábamos, hablábamos de cine, de libros, y había un personaje en esa novela del que se inspiró Norma. Le digo, que lindo este personaje, me gustaría seguir en la historia de este personaje, y él me dijo ¿por qué no escribimos algo? Bueno, escribilo vos le dije, vos sos el escritor, y él me respondió, pero hagámoslo juntos. Así que en esos encuentros, sin ninguna expectativa de nada, fuimos armando un guion. La primera versión de ese guion quedó terminada y hace unos cuantos años empezamos a dar vueltas buscando producción. Mientras, ambos seguíamos haciendo cosas sin demasiada urgencia y cada vez que aparecía una posibilidad volvíamos al guion, a revisarlo, a agregar algunas sugerencias. Y lo que más nos sorprendía es que seguía vivo, porque estábamos dispuestos a que si en alguno de esos encuentros nos encontrábamos con que había perecido nos íbamos a despedir de él e íbamos a estar contentos, igual, con la vida que había tenido. Pero increíblemente se mantuvo vivo hasta que finalmente apareció la productora que lo quiso, lo sostuvo y lo hizo, a quienes estoy muy agradecida. Y bueno, ya se empezó a constituir el rodaje, el equipo y las actrices, los actores y acá estamos.
—La película habla de amistad, de vínculos, pero también habla de la transformación. Se ha contado muchas veces en el cine esto, la historia de una mujer que en algún momento por algún motivo hace un clic y se transforma, ¿cómo fue también encontrarla, no solo desde el guion, sino desde el personaje?
—La verdad es que para mí fue diferente a otras veces porque el primer abordaje al personaje lo hice de la escritura, cosa que no me pasa habitualmente. Cuando abordo un personaje lo hago desde la actriz. Y fue muy interesante, sobre todo porque después de haberlo escrito con Santiago y revisado y corregido, cuando como actriz empecé a hacerlo, iba a cuestionar cosas del guion que yo misma había escrito y se volvía loco, pero es que yo me daba cuenta de que ella no haría eso en ese momento o no miraría eso o no contestaría. Me dejó tranquila con la culpa que tenía yo con otros autores, porque luego lo hice también conmigo misma. La construcción del personaje fue tener clara la idea de que esta es una pequeña deconstrucción que hace una mujer muy estructurada por un hecho fortuito. Una persona que ha seguido todos los mandatos, ha obedecido todos los mandatos y no está feliz. Me parecía interesante que esto que vos decías, estos momentos, digamos, sea en una mujer de esta edad, porque además hay edades donde más allá de estos mandatos, hay un otro mandato que es, bueno, sos joven, fijate qué querés, qué deseas. Pero a partir de una determinada edad parece que el mandato más grande es desde aquella promesa que te hiciste, a eso que construiste y te obliga a aceptar esto y a resignarte de alguna manera. Ya está, como que el tiempo del cambio o el de hacerse preguntas ya fue, y ahí me parecía importante que esto pasara a una mujer en esta edad. Este carácter que tiene Norma, más allá de su ideología, digamos el carácter asustadizo, paranoico, hace que aquellas que son desde afuera pequeñas transgresiones, pero para que ellas son grandes transgresiones y la hagan graciosa. Y siempre tuve muy en claro que quería hacer de esto una comedia, no quería ser una historia solemne ni una bajada de línea de ningún tipo. Entonces construirla fue bueno, la verdad que hemos tenido un equipo maravilloso. Porque el personaje se construye desde el peinado, desde la ropa apretada, la ropa más floja, todo este derrotero. Está reflejado en muchas cosas con un equipo fantástico que nos comprometimos mucho con la película. Eso no siempre sucede, a veces tenés excelencia en lo técnico, pero no hay... el ángel que hay acá. Estaba el ángel dando vueltas todo el tiempo entre las actrices, es la historia que queríamos contar el equipo, así que fue muy lindo hacerla.
—Si bien estás encabezando el elenco, todos los personajes, por más chiquitos, son protagónicos, ¿la idea de que siempre dicen que no hay personajes chiquitos, digo, también eso lo tenían ustedes en claro? ¿Que lo querían hacer desde cuando lo estaban imaginando?
—Siempre. Es algo que yo pienso en general. Me parece que esa clasificación es arbitraria y soy una convencida de que el personaje más pequeño te puede sumar o te puede derribar una escena y la construcción de la verdad. Siempre me gusta como espectadora, y también en mi trabajo, que cada personaje tenga una película con la vida de cada uno, como en la vida.
Su participación en Iosi, el espía arrepentido
En la nueva temporada de Iosi, el espía arrepentido, que llega el 27 de octubre a Prime Video, Mercedes Morán tiene un rol clave. De eso también hablamos con ella.
—¿Impresiones de que finalmente se vea esta segunda temporada?
—Bueno, nos está llegando fuertemente que hay mucha expectativa en la gente porque la primera tuvo tanta repercusión y gustó tanto y la ansiedad, ¿no? Ahora que estamos empezando a comunicar que se viene la segunda hay mucha gente muy entusiasta. Así que bueno, con esa sensación de hacer una segunda parte que supere una primera que fue tan bien recibida, tan bien criticada, y se le suma a toda la responsabilidad que siempre implicó contar esta historia. Así que expectantes y contentos porque somos conocedores de los libros de la segunda temporada, porque confiamos en que va a superar las expectativas del público, así que ansiosos, muy ansiosos, sí.
—¿Cómo fue volver a conectarse con el personaje?
—Para mí fue muy sencillo porque yo no cargué con toda la primera temporada. Yo ingresé en el último capítulo de la primera, así que fue muy muy muy breve el tiempo de parate. Pero más allá de esta serie, siempre me gusta pensar sobre ese hándicap que tenemos, y desde ya con el teatro. Pero es esto de poder vernos a la distancia, ¿no?, en una primera temporada de una serie que hacemos, antes de empezar a hacer la segunda, que solo se da en las series, y que a mí personalmente me sirve un montón, me sirve tener esa distancia para ver para corregir, para ver por dónde, a ver qué se recibe. No fue en este caso especialmente, pero a mí siempre me resulta muy provechoso.
—¿Se tiene más responsabilidad al contar esta historia?
—Es una mezcla difícil de administrar porque tenés una cantidad de información que tenés que traer, la voz que tenés, tener presente lo importante. Que es si bien es una ficción basada en hechos reales, y en hechos reales dolorosos, trágicos y que aún siguen abiertos, entonces lo primero es, bueno, cómo se arma, cómo se construye esto y ahí te apoyas en la producción, en los directores, en los guiones, en el reparto y ahí eso te tranquiliza mucho. Después el personaje, concretamente, tomé la decisión de no tener un encuentro con Miriam Lewin antes, sabía muy bien quién era y entendía muy bien cómo estaba escrito el personaje y me aboque a esto puntualmente. La periodista que, cuando comienza la segunda temporada, ya se la ve en su nuevo espacio que ha conquistado después de un gran desencanto, de haberse retirado, de todo eso que vio, convocada por el protagonista a volver al ruedo. La contradicción que le genera y esa humanidad no suya que le gana y quiere decir entonces poner en riesgo todo para ayudar a que se blanquee, que se haga público y, de alguna manera, redimir a este personaje.