Muñeca brava, la telenovela que fue un boom en la TV argentina

Es casi imposible que si alguien en alguna reunión o encuentro diga o sugiera el nombre de Muñeca brava, no se piense casi automáticamente, como si de un acto reflejo se tratara, en un nombre: Natalia Oreiro. Ocurre que aquella telenovela no solo fue un verdadero éxito, sino que a la distancia significó el despegue impresionante de la diva uruguaya como actriz.

La telenovela argentina estuvo producida por Raúl Lecouna junto con Telefe -canal por el que se transmitió-. Estuvo al aire durante los años previos al cambio de siglo: 1998 y 1999. Como ya se dijo, fue protagonizada por Natalia Oreiro y Facundo Arana. A los pocos capítulos ya esa dupla se había ganado los corazones de toda la audiencia y los televidentes. Además, estaba coprotagonizada por Verónica Vieyra, Victoria Onetto, Silvia Baylé, Norberto Díaz, Segundo Cernadas, Mariana Arias, Paola Krum, Pablo Novak, Marcelo Mazzarello, Gino Renni, entre otros. También, contó con la participación estelar de la querida Lydia Lamaison.

La tira fue un éxito de audiencia en Argentina, consiguiendo alrededor de veinte puntos de índice de audiencia en su primer capítulo. Ese tremendo éxito de audiencia se tradujo en una gran cantidad de premios nacionales e internacionales que recibió. Por si fuera poco, fue exportada a más de 80 países y traducida a más de 50 idiomas. Aunque el libreto no escapa de la ya tan tradicional y típica novela rosa, donde la chica pobre se enamora del chico rico, sin lugar a dudas ha sido una de las novelas más importantes en las carreras de Oreiro y Arana. Luego de ese tremendo éxito televisivo, sus caras y papeles se popularizaron para siempre.

El horario de emisión de Muñeca brava fue de 13 a 14, por lo que más temprano que tarde la producción terminó convirtiéndose en un clásico de la sobremesa semanal, que lograba reunir no solo a los grandes, sino también los más chicos.

Oreiro interpretó a la inolvidable Milagros Espósito, más conocida como “La Cholito”, una joven huérfana que desconoce la identidad de su papá y que al cumplir 18 tiene que dejar el hogar donde vive y salir al mundo. Justamente allí es que entra a trabajar como empleada doméstica a la casa donde vive su padre Federico (Arturo Maly), al que, sin conocer, odia. Al entrar a trabajar a esa familia de ricachones, los Di Carlo, los tratos no son los mejores. Y es allí que se enamora a primera vista y perdidamente de Ivo (Facundo Arana), aunque él está en pareja con “la Lunga” (Mariana Arias). Alrededor de este romance se van desarrollando distintas tramas que son el nudo de la telenovela. Doña Angélica (Lydia Lamaison) es la única que la trata como a una más de la familia, cumpliendo el papel clásico de hada madrina de un cuento. Así las cosas, la jefa de la familia es incondicional con su nueva empleada y la quiere tanto como a la nieta que nunca conoció.

Hay que destacar que “La Cholito” no era la típica heroína de novela, ya que jugaba a la pelota, se vestía con ropa ancha, decía puras malas palabras y más. Fue en ese papel que Natalia Oreiro sorprendió a propios y extraños con sus dotes de comedia: divertida, sus muecas y ocurrencias sacaban una sonrisa cada mediodía. A puro carisma se ganó el corazón de muchos y muchas fanáticos y seguidoras que le son fieles hasta el día de hoy.

Por si fuera poco, a partir de ello, la uruguaya se convirtió en una estrella internacional, ya que el producto fue exportado a Rusia, República Checa, Rumania, Polonia e Israel, donde es conocida como Natasha. De hecho, en Rusia es considerada una superestrella.

En aquella tira, además, comenzó su fanatismo por Gilda, ya que el personaje que interpretaba adoraba a la ídola popular, bailaba sus temas en el boliche y demás. La banda de sonido de la tira incluía nombres conocidos como Ella Baila Sola, Rosana, Diego Torres, Eros Ramazzotti, Chris Duran, Enrique Iglesias, Los Ángeles Azules, Alejandro Sanz, hasta Luis Miguel y Chayanne. Pero la canción central de la telenovela era de la propia Oreiro, Cambio dolor, tema que terminó convirtiéndose en un verdadero éxito.

A 25 años de su debut, sin dudas, la serie quedó en la memoria de muchos. Y significó el salto a la fama definitiva para sus protagonistas: para Facundo Arana y, sobre todo, para Natalia Oreiro.