Los Abuelos de la Nada lanzaron "Lunes por la madrugada" con artistas invitados
En la misma, participan Ricardo Mollo y Manuel Moretti.
En diálogo exclusivo con diario Hoy, Javier Calamaro habló de su nuevo disco y del concierto virtual que dará a la brevedad.
10/10/2020 - 00:00hs
Talentoso y dueño de una voz inigualable, Javier Calamaro festeja el estreno de Cuarentennial. Se trata de su disco reciente que contiene canciones propias y reversiones inolvidables. Este fue realizado después de un streaming en tiempos inusuales donde la vida tal como la conocíamos sufrió un freno. Tras la producción, el artista puso manos a la obra para crear un concierto que tendrá lugar el 31 del corriente, a las 21 y 23 horas, en el autoteatro Seminari de Escobar. Las entradas pueden adquirirse en tuentrada.com. Asimismo, logró debutar con un videoclip titulado La última curda, que fue rodado en el interior de su hogar junto al pianista Leandro Chiappe. Todas las creaciones pueden disfrutarse a través de la web.
Durante una entrevista a solas con diario Hoy, el referente cultural recorrió su vasta trayectoria y reveló los detalles de la pieza musical. Además, reflexionó sobre la cuarentena que atraviesa la humanidad y la situación actual de los artistas que no pueden desempeñarse en las salas o estadios debido a la suspensión de las actividades dedicadas al ocio y el entretenimiento.
Es por ello que las transmisiones en vivo, eventos al aire libre o las secuencias virtuales llegaron para quedarse como medida preventiva hasta que se puedan retomar los conciertos tal y como los conocíamos.
—¿Cómo fue el proceso creativo del álbum?
—Es el primer concierto por streaming que hicimos con Leandro Chiappe. Este reencuentro estuvo plagado de emociones, con ganas de cantar y compartir. Como cada uno tocaba desde su casa, preparé una pista que, además de acompañarnos, sirvió para ayudarnos a ensamblarnos, por la distancia y cierto delay que hubo entre nosotros. El resto del repertorio fueron tangos donde la posibilidad de una falla técnica no importaba porque los hacemos con cambios de tempo aleatorios. Finalmente, usamos un software para escucharnos y todo salió muy bien.
—¿Con qué nos encontraremos al escucharlo?
—Tiene lo mejor de mi repertorio e incluye canciones de otros discos, altas emociones a la hora de interpretar. Un reencuentro feliz, emotivo, catártico a la hora del tango. Intenté no dejar afuera a ninguno de mis favoritos; también estrenamos canciones en este formato.
—¿Qué sensaciones te deja el streaming?
—Francamente espero que no llegue para quedarse. No creo en eso, así como tampoco en ninguna “nueva normalidad” que nos quieran vender a la fuerza. La única normalidad que nos merecemos y tendremos es la de los recitales con público en la misma sala, la que siempre conocimos así como nuestros padres, abuelos y tatarabuelos.
—¿Cuáles fueron las fortalezas y debilidades como artista en esta pandemia?
—La cuarentena trajo un caudal creativo muy potente como consecuencia inesperada, incluso formatos que nacieron en estos tiempos. Mucha necesidad de comunicar, en principio a mí mismo, como diciéndome “ojo que estás más vivo que nunca”. Lo malo es no poder hacer giras; ahí es donde tomamos conciencia de lo mucho que necesitamos el encuentro con la gente, comunicarnos con el mundo. Y lo digo en plural, porque a todos mis amigos artistas nos pasa exactamente lo mismo. Es doloroso y frustrante.