El intérprete sale de su zona de confort
e ingresa en el mundo del cine con un protagónico diferente, sacándose chispas
con su coequiper e invitando a la risa.
Tras años de desenvolverse en escenarios, y de ser el rey de las últimas temporadas marplatenses, Roberto Moldavsky por primera vez llega al cine con Ex casados, en la que comparte cartel con Jorgelina Aruzzi. La historia, una comedia que pone la monogamia y la vida en pareja en el centro, marca su debut como actor protagónico y diario Hoy dialogó con él para saber más detalles de su ingreso a este mundo tan particular.
En la película, Moldavsky encarna a un hombre cuya mujer, harta del maltrato y ninguneo, le pide el divorcio. Mientras resuelven temas legales, el amor comienza a hacer de las suyas.
—¿Más tranquilo tras mostrar ya la película?
—Sí, más intenso fue hacer la película, y te lleva a un ejercicio de pensar la película de vuelta. La vi una sola vez y tenía ideas mientras leí el guion, pero ahora las preguntas te llevan a repensar la película, en estas horas.
—La directora, Sabrina Farji, leyó una nota en la que querías hacer cine y te convocó, ¿cómo fue eso?
—Viste que en las notas te preguntan con qué soñás y yo soy muy cinéfilo, me gusta mucho el cine, como me gusta el fútbol y soñaba ser jugador de Boca y no ocurrió. Tenemos un juego con los músicos de mi banda que cuando estamos en temporada y ya no sabemos de qué hablar y es: “¿Qué película te hubiera gustado protagonizar?”.
—¿Y quién te hubiera gustado ser?
—A mí me hubiera gustado ser “el padrino”, o en algún papel, o Al Pacino o Marlon Brando, pero en ese juego, en alguna nota dije eso y Sabrina la leyó.
—Así que ahora tenés que empezar a decir más sueños en las notas...
—Mi sueño es que me regalen un departamento, un viaje a la Polinesia. Cuando vino Sabrina, pensé que era un papel menor y me dio el protagónico, y fue fuerte, y al principio le dije que no, y vino al teatro a verme en Mar del Plata y me dijo: “Lo lamento pero sos vos”.
—Y te animaste…
—Sí, teniendo a ella atrás, los actores, había que hacer muy mal las cosas para arruinarlas. Además, con Gustavo Yankelevich leímos el guion, todo daba un empujón para adelante.
—¿Tenías miedo de que otro te dirigiera? ¿Te dirigieron antes?
—No, pequeños bolos, y es muy difícil cuando hablás por otro, el guion me había gustado, y necesitaba hablar por otro, porque no soy yo, estoy muy alejado a él.
—Y hasta le pusieron tu nombre…
—Sí, ella me lo propuso y me pareció bien, y hablar por otro está muy bien, porque son pensamientos ajenos a los míos. Fue difícil, actuar, decir cosas de otros, pero viene bien, porque digo cosas que dice alguien que no soy yo.
—¿Te animaba salir de la zona de confort?
—Sí, está bueno, cuando te dan la posibilidad de explorar un mundo que te interesa es muy bueno, la humanidad está buscando desafíos y cosas que nos interesen, y el cine era la posibilidad de salir de la zona de confort que era el teatro, y probar, dignamente, por el texto, por quien estaba detrás de la cámara, más allá de querer sumar espectadores.
—Que va a pasar…
—Y si pasa, también. En pandemia hice vivos de Instagram y la idea era ver si hacíamos con gente que tenía miles de seguidores o gente que sumaba calidad. Acá el desafío era saber que el producto iba a estar bueno, por tu propia carrera y porque no me gusta hacer cosas que no me hagan feliz.
—¿Es cada vez más difícil la elección? Ya te vimos cocinando…
—Pero ahí, otra vez, fue a cocinar Moldavsky. En Masterchef me decían que fui el primero a enfrentar a Germán Martitegui desde el humor, porque antes íbamos todos temblando con el platito, y cuando me encontré a mí, lo disfruté, como me pasó en Trato hecho, que me llevó un par de programas encontrar el personaje con Lizy, y acá también. Igual yo soy humorista, soy comediante, puedo llegar a actuar, lo hago, pero mi carrera está basada en lo que me pasa en el teatro. Mirá lo que significa esto.
—¿Qué sentís de estar en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata con la película?
—Esto es increíble, yo me enamoré de Mar del Plata haciendo temporadas, pero esto, festival de cine, es muy grande, ahora me quería ir a ver una película, pero no llego, porque presentamos la película. Estar en un festival así, tan grande, es un sueño, no quiero pensarla mucho porque tal vez si lo hago, me salgo corriendo.
—¿Expectativas con el estreno?
—Yo siento que la película está muy buena, y yo en la vida trato de sumarme buenos momentos y creo que los que la vean se van a sumar un buen momento a la vida, eso es lo que pienso. Es una película que desde el humor trae temas, es una comedia, no es una película terrible y está bueno que se hable en una comedia romántica, y que te reís, sumen cosas para comentar.