Romina Uhrig confesó que fue abusada de niña
Invitada del programa Generación Z, confesó que sufrió abusos a sus ocho años, de parte de uno de sus padrastros.
Invitada del programa Generación Z, confesó que sufrió abusos a sus ocho años, de parte de uno de sus padrastros.
22/05/2023 - 00:34hs
Una de las participantes más importantes y de mayor trascendencia y protagonismo de la última edición de Gran Hermano —de hecho, estuvo entre los participantes que casi llegan a la final— tuvo una profunda y dura confesión durante el fin de semana. Invitada del programa Generación Z, confesó que sufrió abusos a sus ocho años, de parte de uno de sus padrastros.
Comenzó diciendo: “Nosotros teníamos al frente un abuelito y mi padrastro no me dejaba juntarme con mis amigas, no me dejaba hacer nada, era muy celoso. Mi mamá también pasó momentos de mierda por eso, le costó un montón despegarse”.
Y agregó: “Los hombres que elegía eran muy parecidos a los de mi mamá, no cortaba con eso (…) Yo tuve relaciones así, viví mucho la violencia en el entorno de mi familia por mi mamá y su pareja. Sufrí violencia verbal y física con una de mis primeras parejas”.
Luego contó la situación vivida en su infancia. “Fue abuso. Fue a los 8 años, no se lo conté a mi mamá, se lo conté a mi abuela Pepa. Yo iba a dormir mucho a lo de mi abuela y un día cuando ya me iba a llevar, me puse a llorar como loca porque no quería ir y ahí se lo conté. En ese momento, mi mamá no me creyó a mí, se enojó conmigo y me morfé una paliza. Pero mi mamá no estaba bien tampoco. Fue horrible”.
Además de ello, confesó que uno de sus tíos, al enterarse de la situación, fue a buscar directamente a la pareja de su madre con intención de golpearlo.
Romina, luego de la explosión que significó su paso por el reality, confirmó su reconciliación con Walter Festa y sigue teniendo muy buen vínculo con algunas de sus compañeras y exhermanitas del programa, como por ejemplo la Tora, Daniela y Julieta, la finalista. Y también, esa relación tirante que tuvo con el polémico Alfa sigue siendo así fuera de la casa, con idas y vueltas, aunque mucho más amable.