La magia de Soema Montenegro
En diálogo con este multimedio, la artista de música popular presentó el show que dará en La Plata.
ENTREVISTAUn 30 de abril de 1986, la vedette encontró la muerte tras arrojarse al vacío desde el edificio ubicado en el barrio de Belgrano.
21/05/2022 - 00:00hs
El edificio de la calle Aguilar 2390 está ubicado a metros de la Avenida Cabildo, en el barrio de Belgrano. La torre, que además es uno de los símbolos distintivos que engalanan la zona, es el escenario de dos tragedias: el suicidio de Thelma Stefani, en 1986 y la muerte de Melchor Rodrigo durante el incendio del departamento de Felipe Pettinato, ocurrida hace pocos días.
Thelma Stefani fue una de las sex symbol de los años ‘70 y ‘80. Su belleza indiscutida le valió el título de “la Marilyn Monroe argentina”. Por aquellos días, se había estrenado la que fue la última producción en la que participara: Correccional de mujeres, una película basada en el ambiente carcelario, para la que apostó todo con el fin de resurgir en las primeras planas del mundo del espectáculo. Pero las cosas no tomaron el rumbo que la actriz esperaba.
Aquel filme dirigido por Emilio Vieyra, que pretendía documentar la vida en prisión, fue más que una pieza policial y de suspenso, incluyendo la clave erótica como uno de sus fuertes. Thelma tenía la esperanza de que la crítica ponderara su trabajo como actriz, pero la respuesta fue lapidaria. Esa, quizás, fue una de las últimas gotas que rebalsó el vaso.
Por aquel entonces, la vedette no estaba pasando por un buen momento ni en lo profesional ni en lo sentimental. La película Natasha la catapultó a la fama, cuando fue descubierta por el coreógrafo Éber Lobato, actuó en Yo también tengo fiaca y Con mi mujer no puedo, entre otras. En la tira Cara a cara opacó de tal manera a Verónica Castro que la mismísima actriz mexicana pidió que la corrieran del trabajo.
En el terreno amoroso, sus romances fueron desde Fabio Zerpa hasta Ricardo Bauleo, con quien contrajo matrimonio en 1976 y se separó a los seis meses de casados. También se la vinculó con el boxeador Carlos Monzón, pero su relación más llamativa fue con Carlos Menem, quien por aquel entonces ostentaba el cargo de gobernador de La Rioja.
La actriz y el político riojano se conocieron en los ‘70 y mantuvieron un romance a pesar de que él estaba casado con Zulema Yoma. Sin embargo, la relación fue interrumpida cuando Menem fue apresado por la dictadura militar, y se volvieron a encontrar en el año 1982. Dos años después, la revista Libre sacó a la luz el vínculo amoroso bajo el título: “El romance del gobernador y la vedette”. Pero cuando él inició su carrera a la presidencia de la Nación, ella tomó distancia para no entorpecer la meta política de su amante. Algunas versiones de su círculo íntimo también afirman que el deseo de formar una familia fue lo que terminó espantando a Carlos Menem.
Un final anunciado
Las críticas furiosas contra su última película agudizaron la crisis que estaba atravesando. Organizó una cena para sus amigos y, al momento de servir el primer plato, miró a los invitados atentamente y sentenció: “Somos trece a la mesa... Alguien va a morir”. Uno de los invitados se desvaneció. A los minutos de comenzada la cena, sonó el teléfono: su madre la había llamado para comentarle que uno de sus tíos había fallecido. Cuando terminó la llamada, les anunció a los comensales: “Ya murió quien tenía que morir hoy. Pueden cenar tranquilos”. Sin embargo, aquel hombre que se había descompuesto durante la cena, murió pocos días después.
Al finalizar la velada, les dijo: “Ustedes son lo mejor que tengo. El medio artístico me aplasta y no puedo conciliarme con él. Quien no me hizo algo, me lo estará por hacer. Desconfío de todos. No tengo salida”. Después de esa noche, se encerró. Se limitó a hacer algunos llamados y escribió una carta que rezaba: “Estoy cansada, ya no quiero vivir más”.
Luego, faltando pocos minutos para las dos de la madrugada, volvió a tomar el teléfono. Algunas versiones dicen que habría llamado a Carlos Saúl Menem, con quien aún mantenía una relación de amistad, para anunciarle la decisión de su suicidio. También afirman que el mandatario habría salido en rescate de la vedette para evitar su muerte. Otras fuentes cercanas confirmaron que Thelma se habría comunicado con su última pareja, un joven de 25 años. Pero todos coindicen en que un hombre llamó a su puerta y que ella respondió: “Ya bajo”.
30 de abril. Thelma, de 37 años, se tiró al vacío desde el balcón del departamento “C” del piso 21. Aldo del Negro, que en ese momento era el portero del edificio, brindó detalles a la revista Libre: “A eso de las 2. 20 de la madrugada sentí un ruido de ramas que se rompían e, inmediatamente después, un golpe, como el estallido de una bomba, pero muy seco. Cuando llegué a la calle, me encontré con la señora Stefani tirada en el techo de una camioneta, desfigurada y cubierta de sangre… Estaba muerta”.
La vida y la carrera de Thelma Stefani
Thelma Stefani nació el 25 de octubre de 1948. Sus padres fueron Augusto y Nélida, una pareja de italianos que se instalaron en Villa Luro, el lugar donde criaron a la actriz y a su hermano. Su padre no estaba de acuerdo con que siguiera la carrera artística, pero su madre impulsaba su vocación. Esa diferencia generaba conflictos en la familia, aunque no pasó a mayores.
Finalmente, Thelma estudió danzas en el Teatro Colón durante siete años, logrando así cumplir su deseo y el de su madre. A la edad de veinte años, abandonó la carrera para abocarse a los aspectos más mundanos del arte.
A corta edad, se enamoró de Fabio Zerpa, el experto de temas sobrenaturales que le llevaba 20 años de edad. Fue un amor a primera vista que la decidió a acompañarlo en sus viajes por todo el país en los que Zerpa daba charlas sobre objetos voladores no identificados, vida no humana y demás cuestiones dentro del espectro que entusiasmaban a la joven artista que aspiraba al reconocimiento del mundo del espectáculo.
Éber Lobato la descubrió cuando la encontró vendiendo entradas para las charlas de Zerpa y pensó que representaba el estereotipo de mujer que podría interpretar el personaje principal de su película Natasha. El film se estrenó en 1974 y tanto el público como el mundo del espectáculo, posaron sus ojos sobre la mujer.
Si bien la película fue un fracaso en materia de críticas y venta de boletos, ella pudo desplegar y demostrar sus habilidades artísticas, que la dejaron bien posicionada. Jugó osados desnudos que le abrieron las puertas para ser convocada por los empresarios del Teatro Maipo, para abrirse rumbo en la escena de la revista.
En 1974 debutó en Esta sí te va a gustar con Osvaldo Pacheco y Javier Portales. En 1976 llegó a El Maipo de Gala con Tristán y Osvaldo Pacheco, dirigidos por Gerardo Sofovich. En la pantalla grande interpretó papeles audaces en comedias familiares, asimismo, en la televisión participaba de ficciones. Pero ninguno de esos papeles lograron darle la tan buscada fama.
Cuando accedió a integrar el elenco de la telenovela Cara a cara junto a la actriz Verónica Castro, impulsó una huelga de actores en queja a la diferencia salarial entre el cachet de la mexicana y el resto del elenco de actrices argentinas. Ese episodio produjo que la producción la apartara del elenco.
Aquella muestra de su defensa de los derechos laborales provocaron que algunos productores no quisieran trabajar con ella por considerarla “conflictiva”. Así fue como empezó a mostrar su fuerte carácter que se intercalaba con largos períodos de tristeza y soledad.