Una voz en el teléfono: un clásico arrollador
En un repaso histórico por los ciclos, personajes y figuras que marcaron un momento de la TV argentina, diario Hoy recuerda la novela escrita por Alberto Migré.
En un repaso histórico por los ciclos, personajes y figuras que marcaron un momento de la TV argentina, diario Hoy recuerda la novela escrita por Alberto Migré.
28/05/2023 - 00:00hs
Hace más de treinta años que Alberto Migré puso manos a la obra para escribir la novela de amor que relataba las vicisitudes entre un viudo millonario y una chica privada de su libertad. Estos personajes se llamaban Lautaro Lamas y Ana Oromi, que eran interpretados por Raúl Taibo y Carolina Papaleo.
La entrega comenzó a transmitirse a fines de septiembre en el año noventa y tuvo un éxito arrollador, y es por ello que su responsable debió escribir el doble de capítulos para poder continuar con la entrega que estaba al aire en Canal 9, que por ese entonces era propiedad de Alejandro Romay.
La novela estaba basada en un radioteatro que en inicios de siglo estaba interpretado por Fernando Ciro e Hilda Bernard, quien tenía mucho éxito también.
La canción que fue otro gran triunfo se llamaba Una voz en el teléfono y su cantante era el Paz Martínez, quien ganó mucha popularidad por este hit que en el cambio de milenio fue tomado por Miranda en su disco de reversiones de grandes clásicos de la telenovela.
La trama de la cinta estaba centrada en Lautaro, un compositor que sufre porque su esposa muere de una forma inesperada y trágica, mientras debe ocuparse de la crianza de su hija llamada Reneé. Asimismo, en su casa está acompañado por su papá y una cuñada que lo ama en silencio, rol interpretado por una joven Alejandra Darín.
El hombre comienza a abocarse a la bebida para poder subsanar el dolor y la tristeza, y se entrega a los brazos de Nélida, una vecina que es encarnada por Adriana Salonia. La celestina de esta situación fue una familiar que hizo lo posible para que se empiecen a ver y a salir.
Por su parte, el rol de Ana es el de una jovencita que está privada de su libertad por un crimen que no cometió. Osada y rebelde, un día toma el teléfono de la recepción de la institución para poder comunicarse con el exterior, cuando las líneas telefónicas se ligan y ella comienza a hablar con este viudo apesadumbrado.
Sin escatimar en gastos, el elenco termina por conformarse con otras estrellas de primera línea, muchas de ellas ya consagradas, como Elizabeth Killian, Laura Novoa, Anahí Martella, Lisandro Carret, Victoria Carreras, Vita Escardó, Adriana Gardiazábal, Ivo Cutzarida, Alfredo Iglesias, Miguel Jordán, Daniel Lemes, Susana Ortiz, Dora Prince, Mabel Pessen, Marcelo Olivero Taibo, René Bertrand, Rita Terranova, Lorena Bredeston y Carlos Mena, entre otros.
Además, los jóvenes protagonistas de la novela estaban en la cresta de la ola, y esta dupla fue un éxito rotundo puesto a que el país se paralizaba cuando llegaba el horario de la mentada entrega.
Un éxito indiscutido
Todo era realizado con escaso presupuesto y muchísima calidad por parte de los integrantes del proyecto en cuestión. Además, Papaleo y Taibo formaron una gran amistad, lo que les permitió poder trabajar con seguridad y tranquilidad frente a las cámaras. Todos los integrantes del elenco hicieron buenas migas, y eso pudo verse a través de su trabajo.
Vale mencionar que la novela se vendió a otros continentes que también tuvieron sus respectivas versiones. Asimismo, se pergeñó una película al respecto, pero no tuvo un desenlace certero.
Por lo que resta de la historia, como todos los asuntos del amor, el personaje de Ana finalmente logra recuperar la libertad y corre a los brazos de su amado, que pudo recuperarse de la adicción al alcohol, se esmera en salir adelante y deja de lado la relación con su vecina. Así pueden entablar un noviazgo que tendrá sus vaivenes, pero terminará en una historia de casamiento y felicidad en la que todos comieron perdices.
Lejos de quedarse quieto, Alberto Migré continuó cosechando éxitos y haciendo de las suyas para la pantalla chica de nuestro país, que tanto le debe a su pluma mágica.