entrevista
Fabiana Micheloud presenta La casa Ache
En diálogo con este multimedio, la directora teatral se expresa sobre la obra que presentará en este suelo.
Durante una charla con Hoy, Fabiana Micheloud revela los detalles de la puesta en escena que la trae a la ciudad de las diagonales.
—¿Cómo surge esta obra?
—Mi interés por el cine y la literatura de suspenso y terror me impulsó a escribir el texto teatral, que en principio fue como una especie de aventura que me invitaba a poner en escena muchas situaciones, emociones y efectos que se relacionan más con lo cinematográfico que con el lenguaje teatral. Basado en aparentes situaciones extrañas y sugestivas que envuelven una casa abandonada, mezcladas con un drama que ocultan los personajes, el texto nos invita a vivir emociones desconocidas y encontradas, con un ritmo vertiginoso y atractivo que narra la historia de una casa en la que supuestamente en el pasado se vivieron episodios trágicos. Así, el grupo que se atreve a entrar a la casa en una noche tormentosa se arriesgará a sobrevivir a los peligros e incertidumbres de ese misterioso espacio, como así a conocer lo que está oculto en el vínculo entre ellos.
Nada de lo que aparenta ser real es certero.
—¿Qué mensajes hay detrás de la historia?
—La historia narra en tiempo real lo que sucede en una noche de tormenta en la casa Ache, abandonada hace más de 50 años. Un personaje siniestro habita el lugar y llevará al grupo humano a tensiones extremas. Un secreto que uno de los personajes guarda desde hace años desatará un dramático final; así se mezclan tres géneros: el suspenso, el terror y el drama. Todo está en constante movimiento; la rueda gira, dice uno de los personajes. Los secretos que se esconden se revelarán poco a poco dando a conocer las peores oscuridades a las que los seres humanos nos enfrentamos en situaciones límites. Una de las frases que utilizamos promocionalmente es muy representativa de la obra: “El miedo será tu peor enemigo”. ¿De dónde vienen los miedos? ¿Adónde nos arrastran? Generalmente, todo proviene de la infancia. Muchos espectadores cuestionan sus propios miedos a partir de la obra. Es un desafío a nuestra imaginación y un cuestionamiento a nuestros temores. El ritmo vertiginoso de la obra y las permanentes sorpresas que proponen tanto el espacio como los personajes mantienen en vilo al espectador de principio a fin.
—¿Cómo fue el proceso de creación y ensayo?
—La casa Ache ya tiene siete años en cartel, nace en teatro ArteBrin, en CABA, y recorre otros espacios del interior del país. En el transcurso de los años, la evolución y permanente transformación tanto de lo dramático como de lo escenográfico hacen de esta puesta una experiencia vibrante y particular. Siete años es un proceso creativo muy particular, ya que permite ahondar en un género muy poco abordado en teatro, difícil y desafiante. Todo tiene que estar calculado como un reloj suizo: silencios, miradas, lo que está detrás, aquello que no se ve y tengo que imaginar. Tanto el público como la crítica especializada avalan con elogiosos comentarios la trayectoria del proyecto, lo que hace que nuestra pasión se reanude año a año, con la misma intensidad de siempre.
Los procesos de producción
—¿Qué debilidades y fortalezas encontraron en el camino?
—Sin duda, la dificultad fundamental es el tipo de género que estoy abordando. Poner en escena una puesta con algunas características cinematográficas es muy dificultoso, pero sin duda atractivo, tanto para el creador como para el público. Este último agradece la cercanía de los personajes y sus conflictos, que hacen que se sientan parte de lo que sucede en la casa esa noche tormentosa. Las diferentes reacciones del público en esta aventura hacen que tanto los actores como los técnicos, y yo desde mi rol de directora y autora, tengamos el desafío permanente de vibrar junto al espectador en situaciones poco frecuentes para las que a veces no encontramos explicación. La interacción entre el actor y el público es una característica fundamental del espectáculo. El público vibra junto a los personajes entre sorpresas, miedos y sugestiones.
Una cita obligada
—¿Por qué recomendarían a la gente que concurra al show?
—El sábado 3 de junio a las 21, La casa Ache abrirá sus puertas en Teatro Abierto, en calle 63, entre 3 y 4, nº 407, para invitar al público a vivir una aventura diferente. Siete años en cartelera avalan nuestro proyecto. Para los amantes del suspenso y el buen teatro, es una cita imperdible. Vengan a conocer los secretos de esta casa, abran sus sentidos y déjense llevar por las emociones que produce este espectáculo. Los esperamos. Entradas en venta a través de Alternativa Teatral.