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25/09/2017 - 01:15hs
La hipercolesterolemia predispone a enfermedades cardiovasculares como el infarto agudo de miocardio, el accidente cerebrovascular y otros problemas circulatorios. Advierten sobre la necesidad de prevenirla en la infancia
En el marco de la Semana del Colesterol, que comienza hoy, una encuesta advirtió que siete de cada diez argentinos no saben qué es la hipercolesterolemia familiar mientras que algunos ni siquiera saben que se trata de una patología hereditaria y no adquirida, como comúnmente se cree.
“La hipercolesterolemia familiar es un desorden genético relativamente frecuente que padece una de cada 500 personas y cuyo diagnóstico es difícil, ya que no presenta síntomas”, explicó al respecto el especialista en Medicina Interna y experto en Lípidos, Pablo Corral.
El también representante de la Red Iberoamericana de Hipercolesterolemia Familiar en la Argentina señaló que esta enfermedad se caracteriza por la presencia de niveles altos en sangre de colesterol LDL (más conocido como colesterol malo), lo que predispone a sufrir enfermedades cardiovasculares como infarto agudo de miocardio y accidentes cerebrovasculares, entre otros problemas circulatorios.
“El LDL es la lipoproteína responsable de transportar el colesterol en el torrente sanguíneo desde el hígado hacia las células del organismo para su utilización en diferentes funciones biológicas”, detalló.
“En la hipercolesterolemia familiar, derivada de una mutación genética, los receptores hepáticos encargados de regular los niveles de colesterol LDL no funcionan correctamente, por lo que no se logran controlar los niveles normales de ese colesterol en sangre y se acumula de forma anormal en diferentes arterias, como las del corazón y cerebro”, señaló.
Y continuó: “Así, el exceso determina su depósito en diferentes sectores del organismo, generando una enfermedad arterial prematura y predisponiendo a eventos cardiovasculares en edades tempranas, generalmente antes de los 40 años”.
A su vez, alertó sobre la importancia de la prevención en la infancia. “Si un niño posee valores elevados de colesterol, se debe consultar con un especialista y fomentar el estudio en todo el grupo familiar dado que, al no presentar síntomas, puede que sus padres o hermanos también estén subdiagnosticados”, advirtió Corral al tiempo que recomendó llevar “una vida sana acompañada de una dieta balanceada”, como así también “el tratamiento farmacológico” que “debe realizarse al momento del diagnóstico”.