El pasado 25 de diciembre, la NASA puso en órbita el James Webb, que permitirá a los astrónomos acceder a rincones del universo hasta ahora inalcanzables.
Esta semana, el telescopio espacial James Webb, puesto en órbita por la NASA el pasado 25 de diciembre, comenzó con el proceso de alineación de la óptica, que requiere del movimiento de los 18 segmentos de su espejo primario, informó la agencia espacial estadounideses.
Tras asegurarse que los 126 motores encargados de la alineación funcionaran bien, el equipo de mando comenzó a instruir a los segmentos del espejo primario y secundario a que abandonen su configuración inicial de despegue. Durante los próximos diez días, cada uno se desplegará 12,5 milímetros para estar preparados en sus posiciones iniciales para la alineación.
Marshall Perrin, del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial, explicó que llevar a cabo esta operación "requerirá algo de paciencia: los motores del espejo controlados por computadora están diseñados para movimientos extremadamente pequeños medidos en nanómetros".
"Cada uno de ellos se puede mover con una precisión increíblemente fina, con ajustes tan pequeños como 10 nanómetros (o aproximadamente 1/10.000 del ancho de un cabello humano)", agregó.
Por otro lado, detalló que el sistema de control de espejos está diseñado para operar solo un motor a la vez "para mantener las cosas simples y seguras". "Para limitar el calor que se deposita en los espejos súper fríos de Webb, cada motor también se opera solo por un corto tiempo a la vez", manifestó Perrin.
Una vez realizada esta secuencia, se dará comienzo a la alineación óptica de Webb para funcionar como un gran espejo, una operación que durará tres meses.