Se mantiene la alerta por crecida del Río de La Plata
El nivel del agua se encuentra 1,70 metros por encima de los valores establecidos en las tablas de mareas.
Con el paso del tiempo, algunas funciones se van deteriorando y es fundamental encontrar diversas estrategias para combatir esas situaciones.
24/02/2024 - 00:00hs
Es sabido que un estilo de vida saludable, que contribuya tanto al bienestar físico como psicológico, tendrá un impacto positivo en el desarrollo del ser humano a lo largo de los años y principalmente cuando uno llega a la vejez. Algunos estudios dan cuenta de que a partir de los 75 años empieza en la vida de la persona un declive de las funciones mentales. Es por esto que se transforma en algo vital evitar el sedentarismo y encontrar diversos tratamientos para mantener estimulado el cerebro.
“Dentro de las estrategias de tratamientos disponibles para el ser humano se conciben tratamientos de estimulación cerebral para situaciones patológicas, como son, por ejemplo, las lesiones cerebrales; o puede ser que se busque estimulación para afrontar las mismas situaciones de envejecimiento cerebral por las cuales se pierden algunas funciones; o cuando se quiere intervenir con algún aprendizaje más acelerado. Dentro de esas estrategias de tratamientos, hay estrategias de estimulación cerebral y hay estrategias de rehabilitación cognitivas, que son muy distintas. Son herramientas de intervención terapéutica focalizadas unas en el mantenimiento y otras en la recuperación funcional. Hay distintas cosas que podemos hacer”, le destacó a diario Hoy la médica neuróloga Diana Cristall.
Al mismo tiempo, la experta remarcó que no es todo lo mismo y que no alcanza con hacer crucigramas o sudokus durante todo el día, ya que se trata de procesos más complejos y abarcativos.
“Lo que asiste el cerebro de una persona que envejece es una multiplicidad de cambios. En muchas ocasiones, el cerebro puede recuperarse o compensar la función que se ve afectada como consecuencia del envejecimiento, y en otras ocasiones no. Esto varía de muchos factores, entre otros de dos aspectos puntuales, la reserva cerebral y la reserva cognitiva. Cuando decimos que buscamos la plasticidad cerebral, en realidad se está hablando de un mecanismo de adaptación que hace el cerebro. El cerebro nuestro se adapta a distintas situaciones que le provoca el medio donde vive. Si la persona está en un lugar de estimulación enriquecida es muy distinta la situación a cuando el cerebro no está sometido a estímulos, ya que inclusive no solo no le permite estimularse sino que va en retroceso. La plasticidad cerebral es una capacidad que tiene el hombre de seguir evolucionando”, agregó la presidenta de A.L.M.A. La Plata.
Durante todo el ciclo vital, para cada persona se presentan experiencias y en cada persona hay un rol fundamental, que es la adquisición de nuevas habilidades.
“A medida que la persona pierde funciones, se habla de un proceso de compensación ante esto. Los principios generales de la plasticidad serían revisar todas las relaciones e intervenciones de las funciones mentales superiores que podemos aplicar desde afuera para que haya estimulación y rehabilitación de funciones perdidas. En definitiva se busca reclutar otras redes neuronales que no sean las que se están perdiendo”, añadió.
Por último, la doctora Cristall explicó que lo que sigue molestando mucho a la gente de la tercera edad es qué va a suceder de cara al futuro y cuando termina la pandemia para volver así a la normalidad. “Eso es lo más reiterativo. Mientras tanto, hay que seguir estimulando el cerebro y presentando nuevos desafíos”, concluyó.