Desde la empresa ABSA no dieron acuse de recibo a ninguno de los reclamos que se hicieron y el problema continuó.
Hace algunas semanas, los vecinos de varias zonas de la región se quejaron por el olor nauseabundo del agua, algunos comentaban que era a basura, otros, a químico. Lo cierto es que desde la empresa ABSA no dieron acuse de recibo a ninguno de los reclamos que se hicieron y el problema continuó. Hasta que, hace poco menos de 48 horas, los frentistas advirtieron que, cuando lavaban la ropa, aparecía desteñida.
Según expresaron en el barrio, las manchas provienen del cloro que le habrían aplicado al agua para contrarrestar el olor que sale de las canillas.
La preocupación, de todas maneras, sigue vigente, ya que los daños ocasionados en las prendas que los vecinos quisieron lavar no serían reconocidos por la empresa, de esta forma ya ni siquiera es confiable poder intentar poner el lavarropas en las zonas como por ejemplo Tolosa, Ringuelet, barrio Norte y también Berisso y Ensenada. “En un momento empezó a salir con un olor a podrido, a plástico quemado, algunos pensaban que era acetona o diluyente de pintura. Ahora parece que, para matar todo eso, están mandando agua clorada al 100 por ciento. Se están destiñendo las ropas, otro perjuicio más que está realizando ABSA”, explicó a diario Hoy uno de damnificados.