José Evaristo Uriburu fue un diplomático que soñaba
con que nuestro país formara parte del imperio británico.
“La Argentina es una de las joyas más preciadas de la corona de su Graciosa Majestad”, dijo, con orgullosa anglofilia, José Evaristo Uriburu hijo, quien por los años 20 era embajador argentino en Inglaterra. El hijo del diplomático –que tenía exactamente el mismo nombre que su padre– era muy amigo del príncipe Jorge, luego duque de Kent, quien una década después acompañaría a su visita a Buenos Aires a su hermano, el príncipe de Gales.
José Evaristo Uriburu Tezano Pintos fue el primer embajador argentino en Gran Bretaña, había sido director del Banco Nación y vicepresidente del Banco Central. Todos los años iba con una corona de flores a rendir homenaje a un patriota, George Canning, el primer ministro británico, que sostenía:
“Los hechos están ejecutados, la cuña está puesta. Hispanoamérica es libre y, si sabemos dirigir bien el negocio, ese inmenso territorio será inglés”.