Hace 18 años el británico Rob Wild y su esposa costarricense Marcela se mudaron a Sudáfrica para instalarse allí de forma definitiva.
Seguramente, nunca se imaginaron el susto que se llevarían en su propio hogar a causa de un animalito presente en esa región: El matrimonio encontró una de las serpientes más venenosas de África, escondida en el árbol de navidad.
El insólito descubrimiento ocurrió gracias a los gatos de la pareja que miraban con mucha atención las ramas del árbol navideño. El matrimonio pensó que era un travieso ratón sin embargo allí se encontraba oculta una criatura más peligrosa: una serpiente arborícola sumamente venenosa, denominada también como boomslang.
Después de descubrirla, Rob y Marcela Wild no tardaron en llamar a un especialista para que la vinieran a rescatar: el cazador de serpientes Gerrie Heyns.
Al llegar al hogar de la familia Wild, Heyns confirmó que se trataba de una peligrosa especie cuyo potente veneno provoca hemorragias, siendo mortal para los humanos.