La Plata y Olavarría, unidas por el tren y la cultura
Habrá jornada en Meridiano V.
El escritor y periodista Guillermo Defranco, quien además es sommelier de yerba, señaló a diario Hoy las consideraciones más importantes de su última obra: Mate en mano.
25/09/2022 - 00:00hs
El escritor y periodista de City Bell, Guillermo Defranco, es un apasionado del mate. Luego de hacer una serie intensa de entrevistas a diferentes profesionales técnicos y de la salud, lanzó Mate en mano, un libro en el que recopila todos los datos recabados.
“Me encontré con que las yerbas más conocidas iban dejando de gustarme, hablé con artesanos misioneros y notamos que la que consumimos acá tiene menos estacionamiento y empecé a buscar otras marcas”, señaló Defranco a diario Hoy.
Luego de un viaje a Misiones, regresó a La Plata con 23 kilos de yerba de diferentes marcas y estilos. “Encontramos yerbas que eran totalmente desconocidas y que son realmente exquisitos. La mayor riqueza que descubrí es que hay muchos productores que abastecen al mercado local y no llegan a todo el país”, destacó.
Defranco hizo la carrera de sommelier de yerba y, aunque no ejerza, fue un insumo para poder cerrar el contenido del texto, que se agotó en la última edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
“Al seleccionar una yerba no hago un juicio de valor, soy lo más objetivo posible y señalo si la yerba dura o no. El Código Alimentario señala que la yerba puede tener hasta un 35% de palo y hasta un 12% de polvo. Si tiene más palo va a ser de menos durabilidad, pero va a ser más suave”, ejemplificó.
El autor destacó que el mate se ha popularizado fuera de las fronteras argentinas y que el fútbol, en especial los jugadores con sus termos y mates, colaboró mucho con eso. Además de las grandes figuras argentinas en el mundo, como el Papa o las celebridades del cine.
En otro plano, Defranco analizó cómo quedó posicionado culturalmente el mate en la postpandemia, cuando muchas personas optaron por no volver a compartir la infusión. “Culturalmente nos cambia mucho, uno no va a cafetear o a tear; nosotros vamos a matear y tomamos la infusión en un mate, no como los otros que se toman en una taza, que se puede usar para cualquier otra cosa”, señaló.
A ello agregó: “El hecho de que pase de mano en mano, de alguna manera es pasar algo más, es un contacto mucho más directo, es un vehículo de contención, de apertura social, es un acortador de distancias”.