Se cumplió ayer 48 años de la “noche de los lápices” en la que la dictadura militar ordenó un procedimiento para secuestrar y desaparecer a estudiantes de las escuelas secundarias de La Plata.
El cuadragésimo octavo aniversario de la Noche de los Lápices no pasó desapercibido en la ciudad. Como pocas veces, una columna de más de cinco mil personas, la mayoría jóvenes estudiantes de escuelas secundarias, ganaron la principal Avenida de la capital Provincial y marcharon por la memoria de las luchas que se iniciaron hace casi medio siglo atrás.
En una escena que rememoró parte de la película que se filmó en la década del 80 en La Plata “La Noche de los Lápices”, ayer los estudiantes representantes de diferentes escuelas secundarias de la región fueron llegando a plaza Olazábal después del mediodía.
Tras más de dos horas de concentración en el lugar, la multitudinaria caravana que ya había juntado a más de 5.000 personas después de la tres de la tarde comenzó a marchar hacia la zona del microcentro.
El tránsito estuvo cortado durante toda la tarde y, tras una parada programada en Plaza San Martín, el acto central se realizó en el edificio de Obras Públicas, hacia donde habían marchado los alumnos de las escuelas secundarias de La Plata hace casi 50 años pidiendo por la gratuidad del boleto estudiantil para poder viajar gratis en micro para ir a estudiar.
Durante la marcha se sumaron también en representación de las mujeres de la Unión Obrera de la Construcción Cintia Álamo de la agrupación Blanca y Azul esto decía a la Red92 y diario Hoy: “Estamos con las compañeras apoyando, es un día de lucha, marchamos para acompañar a los estudiantes. Impresionante la gente que se unieron”.
Aquel 16 de septiembre de 1976, es una de las fechas más tristes de la argentina, esa noche un grupo de estudiantes secundarios de La Plata fueron secuestrados por la dictadura militar, quienes luchaban por un boleto estudiantil Universal y gratuito, fueron secuestrados por la dictadura militar. Entre los estudiantes secuestrados y desaparecidos se encontraban, Horacio Ungaro, Daniel Alberto Racero, Claudio De Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone y Francisco López Muntaner.
Un día después los represores se llevaron a Emilce Moler y Patricia Miranda y luego a Pablo Díaz. Todos ellos fueron conducidos al centro clandestino de detención Arana, donde se los torturó y luego se los trasladó a la prisión ilegal Pozo de Banfield.