cultura

Tita de Magdalena

En su debut en el Teatro Maipo estuvo presente Carlos Gardel, quien confirmó lo que todos supieron después: la Merello era una llamarada sobre el escenario.

Decía: "Nunca fui linda, pero siempre fui yo misma”. No le gustaba hablar de su pasado, prefería que quedara atrás, para siempre. Pero se sabe. El pasado, que se quede atrás y para siempre. Pero se sabe que Laura Ana Merello nació en Magdalena el 11 de octubre de 1904. Wikipedia y algunos biógrafos, equivocadamente le endilgan San Telmo como lugar de nacimiento. A los cinco años fue internada en un asilo porque su madre no pudo hacerse cargo de ella. Pasó buena parte de su infancia en Montevideo, haciendo las tareas domésticas de una casa, a cambio de techo y comida. Por un diagnóstico erróneo de tuberculosis fue llevada a vivir al campo, a la casa de una tía que vivía en Bartolomé Bavio. Alli se hizo diestra en todos los oficios rurales: boyera, ordeñadora de vacas, limpiaba el chiquero y adquirió una gran habilidad para hacer asados: “Trabajaba como un hombrecito, entre los hombres. Pasaban los días, las noches. Nunca un gesto de ternura”. Pero a los 14 años se puso tacos altos y anchos “para andar cómoda por las calles de la ciudad de Buenos Aires”. Esa ciudad que con los años se pondría en el bolsillo.

A los 16 años ya cantaba tangos profesionalmente y a los 29 debutó cinematográficamente con “Tango” –que sería la primera producción de Argentina Sono Film-. Se sabe también que fue pareja de Luis Sandrini, y que su apogeo fue en los años 50 con películas como “Mercado de Abasto”, “Los Isleros” y “Arrabalera”. Pero hay muchas cosas de Tita Merello que son menos conocidas.

En el invierno de 1927 debutó en el teatro Maipo, en una revista que se titulaba “Mujeres, flores y alegrías", abrió su espectáculo con el tango “Pedime lo que quieras”, de Juan Caruso. Esa noche le temblaban las rodillas porque sabía que entre el público estaba Carlos Gardel. Parece que, según el dicho de algunos amigos en común, al Morocho no le gustó la manera de cantar de Tita. Pero no la arredró ni dejó de reconocer nunca que Carlos Gardel es el mayor cantor que dio Argentina. Con los años, ambos artistas se querrían mucho: “Nos hicimos amigos después, al encontramos casualmente en una radio. Y él vino a verme en un sainete, donde actuaba, además de cantar. Vino a saludarme después y me besó la mano. No recuerdo las palabras textuales, pero me dijo algo así como: En la escena crecés, negrita. Te felicito de alma".

Tenía buena relación con Palito Ortega, decía que ambos habían venido de abajo y peleado mucho por ganarse un lugar. En uno de sus discos, Tita Merello incluyó "Lo mismo que a usted", un bolero de Palito, que llegó a sonar en todas las radios. Murió a los 98 años en Buenos Aires, una ciudad que, sin ella, ya no volvió a ser la misma.

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