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El libro de Vanesa Arrúa es una nueva publicación de Editorial de la Universidad Nacional de La Plata.
culturaEl hallazgo permitirá responder preguntas sobre el origen de las galaxias, los agujeros negros y el Universo.
30/06/2023 - 00:00hs
Hicieron falta 15 años de recolección de datos, pero los científicos han conseguido, por primera vez, escuchar el “coro perpetuo” de ondas gravitacionales que permea todo el Universo. Un coro, por cierto, que suena con más fuerza de la esperada y que esconde los secretos de la formación de las galaxias y, quizá, también los del mismísimo Big Bang.
El hallazgo fue llevado a cabo por investigadores del Observatorio de Nanohercios de Ondas Gravitacionales de América del Norte en el que participan expertos de 70 instituciones diferentes. Para lograrlo, los científicos recurrieron al “truco” de utilizar púlsares como si fueran metrónomos celestiales. Los púlsares son un tipo de cadáver estelar que gira muy rápidamente sobre su eje, emitiendo en cada giro un “pulso” de radio, un “tic tac” más preciso que el de un reloj atómico.
Al comparar las tasas de los tic tac de 67 púlsares repartidos por nuestra galaxia, los científicos descubrieron que, en los 15 años de datos disponibles, su cadencia mostraba ligeras variaciones. El equipo ha demostrado que esas variaciones se debían al paso de ondas gravitacionales de baja frecuencia, que distorsionan el tejido sobre el que se asienta la realidad física, el espacio-tiempo. De hecho, es el estiramiento y la compresión del espacio entre la Tierra y los propios púlsares lo que hace que su tic tac llegue a la Tierra 1.000 millonésimas de segundo antes o después de lo esperado.
Estos resultados constituyen la primera evidencia del fondo de ondas gravitacionales, una especie de “sopa” de distorsiones espacio temporales que impregna todo el Universo y que fue predicha hace ya décadas por los científicos.