A 176 años de la recordada batalla, fue instalada una placa en el parque histórico sobre las barrancas del río Paraná,
con la intención de homenajear a las luchadoras anónimas que combatieron contra la flota anglofrancesa.
Con el objetivo de recordar a las mujeres anónimas que combatieron contra la flota anglofrancesa el 20 de noviembre de 1845, este sábado se instaló una placa conmemorativa en el parque histórico sobre las barrancas del río Paraná.
Así, 176 años después de la batalla de la Vuelta de Obligado, fueron homenajeadas las paisanas, criollas y afrodescendientes, cuyos nombres se olvidaron o quedaron inmersos en el debate historiográfico.
La iniciativa, que nació como proyecto del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, pretende apuntalar el rescate de las heroínas de la tradición oral (como Petrona Simonino, lugareña de San Nicolás) y de todas las voluntarias. En buena medida formaban parte de lo que por entonces se llamaba “bajo pueblo” y luchaban contra los buques de guerra ingleses y franceses desde las fuerzas auxiliares de la Confederación.
La participación de esas mujeres en el enfrentamiento contra las dos potencias más poderosas de la época está registrada en documentos históricos. Por ejemplo, está el parte que el segundo jefe de la Confederación argentina, el coronel Francisco Crespo, quien estaba al mando del combate, envió al edecán de Juan Manuel de Rosas al día siguiente de la batalla.
En el anteúltimo párrafo del texto, escrito desde el campamento de las fuerzas del Departamento del Norte de la provincia de Buenos Aires, Crespo redactó: “También han muerto con heroicidad varias virtuosas mujeres, que se mantuvieron en este sangriento combate al lado de sus esposos, hijos o deudos, socorriendo a los heridos y ayudando a los combatientes en la defensa del honor argentino”.
“Cuando buscamos referencias históricas de las mujeres que participaron de combates, siempre aparecen como valientes o con alguna otra calificación de ese tipo, con valoraciones morales, como si fuera necesario resaltar algún supuesto virtuosismo para justificar que las mujeres estaban allí peleando junto a los varones”, reflexionó la ministra Estela Días con ironía. La placa, en ese sentido, es un gesto simbólico que apunta a reforzar toda la tarea que hay por hacer para recuperar las historias borradas y perdidas.
La funcionaria aclaró que las combatientes que empuñaron fusiles o que colaboraron con los artilleros en medio de la metralla, (como Simonino, las hermanas Ruiz Moreno o Faustina Pereira), no integran el único grupo poblacional invisibilizado en los libros de historia. En este orden, explicó: “Los sectores populares en general y los mestizos y afrodescendientes, en particular, también han sido negados pese a haber sido protagonistas de hechos claves”.
La antropóloga Alejandra Raies estuvo presente en el homenaje a las mujeres de San Nicolás y San Pedro que participaron en la batalla de la Vuelta de Obligado. Se continuará con las tareas de excavación e investigación que se desarrollan en el área una vez finalizada la actividad.
“La placa que se va a poner es en conmemoración de siete mujeres, pero las que participaron en la batalla deben haber sido muchas más, lo que pasa es que la historia nunca pone los nombres”, dijo Raies.
“Lo que está claro, y lo demuestran los documentos, es que en Obligado las mujeres no se limitaron al rol femenino de la enfermería de las fuerzas de la Confederación, sino que cargaron pólvora, pelearon a caballo y en las baterías, estuvieron en la línea de fuego”, explicó la funcionaria.