Un ensayo clínico demostró la capacidad de la ivermectina sobre el coronavirus. Diario Hoy entrevistó al médico Alejando Krolewiecki, quien lideró el estudio, que se plantea como un gran avance científico.
Un ensayo clínico, a cargo de un consorcio público-privado, demostró la capacidad antiviral de la ivermectina en pacientes infectados por coronavirus. El hallazgo es resultado de un estudio clínico sobre 45 pacientes con síntomas leves o moderados en distintos centros hospitalarios.
Diario Hoy entrevistó al médico Alejandro Krolewiecki, del Instituto de Investigaciones de Enfermedades Tropicales de la Sede Regional Orán de la Universidad Nacional de Salta (UNSa), a cargo del proyecto titulado Evaluación del efecto antiviral del fármaco ivermectina contra SARS-CoV-2.
—¿Cuál fue el logro de este ensayo?
—Pudimos demostrar que personas infectadas por SARS-CoV-2 que tomaban ivermectina, y que podían alcanzar concentraciones en sangre altas de este medicamento, eliminaban el virus a través de las secreciones respiratorias, más profundamente y más rápido, que aquellos que no lo tomaban.
—¿Por qué decidieron trabajar con este fármaco?
—A fines de marzo, principios de abril, apareció un estudio donde investigadores australianos demostraron que, in vitro, es decir, en tubos de ensayo, la ivermectina inhibía al virus. Era una información muy preliminar que no alcanzaba para saber si en humanos causaría el mismo efecto. Esto nos encontró en una situación muy ventajosa, porque nuestro grupo de la Universidad de Salta viene trabajando con este medicamento, a altas dosis, desde hace muchos años.
—¿Qué costo tiene la ivermectina?
—Si bien hay productos comerciales más caros, es una medicación que no es costosa y está libre de patente. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reparte cientos de millones de dosis a costo cero, que provienen de donaciones. Hay que estar seguros que sea de calidad, y de estándares humanos y no veterinarios.
—¿En qué tipo de pacientes infectados por coronavirus se realizó la prueba?
—Seleccionamos pacientes hospitalizados con Covid-19 en un grado leve y moderado. No incluimos personas que estuviesen en unidades de terapia intensiva, ni tampoco que tuvieran una enfermedad tan ligera que se trate de manera ambulatoria. Esto también aportó homogeneidad al trabajo.
—¿Cómo seguirá la investigación?
—Tenemos que terminar de recolectar información más fina. Lo que nos propusimos en este trabajo no fue observar si la enfermedad mejoraba, si se prevenía o si se evitaba el agravamiento, ya que eso necesitaría otro tipo de ensayos, con una cantidad mucho más grande de pacientes y con diferentes indicadores. Pero esas investigaciones, solamente vale la pena emprenderlas cuando uno tiene una evidencia como la que nosotros generamos en este estudio.