Nacer cuidados: pediatras, en alerta por ley que promueve partos en casa

Luego de que la diputada nacional Mónica Macha, acompañada por sus pares de la Cámara baja del Congreso, presentara un proyecto de ley que busca la creación de “casas de partos y nacimientos”, pediatras se pusieron en alerta y se manifestaron en contra de la iniciativa.

El proyecto busca dar un marco para que se respete el deseo de la persona gestante de realizar el parto en su casa, si se trata de un embarazo de bajo riesgo que no necesita de intervención o medicación, entre otras propuestas.

“En el contexto actual no aparece claro qué ventajas aportaría esta ley cuyos objetivos ya figuran en la legislación vigente”, señaló el médico pediatra Jorge Cabana, miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP). Con ello, el profesional hace ­referencia a la ley de Parto Humanizado, que contempla los puntos propuestos por Macha, pero en el ámbito de las instituciones, como sanatorios y hospitales.

Para los profesionales, el nacimiento debe llevarse adelante en un contexto donde se pueda disponer de quirófano, anestesista en caso de una urgencia, un banco de sangre y terapia intensiva neonatal y de adultos, por si surgen complicaciones.

“Si bien el proyecto de ley se refiere a embarazos de bajo riesgo y contempla la selección de personas gestantes sin condiciones conocidas que aumenten la posibilidad de problemas, no toda complicación puede ser anticipada con suficiente tiempo”, dijo por su parte el especialista en Neonatología Gonzalo Mariani.

Según marcaron desde la SAP, algunos de los problemas que pueden surgir tienen que ver con la progresión inadecuada del trabajo de parto, el compromiso del cordón umbilical con alteraciones de la salud fetal y sangrado excesivo posparto.

Por normativas que dispuso la Organización Mundial de la Salud, todos aquellos lugares donde se realicen partos deben contar con “condiciones obstétricas y neonatales esenciales”, esto es, diferentes mecanismos de acción rápida, como elementos de oxígeno, presencia de anestesista y un sistema de traslado, con el objetivo de reducir la mortalidad materna y del bebé.

“Existen herramientas para clasificar a las embarazadas como de bajo riesgo, pero todas distan de ser concluyentes y, por ejemplo, la asfixia perinatal es un riesgo siempre presente, con la consiguiente necesidad de realizar maniobras avanzadas de reanimación y posterior internación en cuidados intensivos neonatales”, resaltó Mariani.