Tras la ayuda de la Uocra, buscan donaciones para una familia de Berisso
Su hogar que estaba ubicada en 132 entre 8 y 9 de Villa Argüello se convirtió en escombros por causa de un incendio.
Las conquistas científicas de Irene Curie, a pesar de que su carrera se desarrolló a la sombra de sus laureados padres, no hicieron más que ampliar el legado que estos dejaron a la Humanidad.
29/10/2024 - 00:00hs
Hija de Pedro y Marie Curie, interrumpió sus estudios en la facultad de Ciencias para servir en calidad de enfermera durante la Primera Guerra Mundial. En 1925, se doctoró con una tesis sobre los rayos alfa del Polonia. Más tarde, prosiguió sus investigaciones sobre la radioactividad. Su trabajo le valió las más altas distinciones, al punto de haber compartido el Premio Nobel de Química con su marido. Aunque algunos consideren que su carrera científica se haya desarrollado a la sombra de sus laureados predecesores en la familia, sus logros no hicieron más que ampliar legado que estos dejaron a la Humanidad.
En 1914, ingresó en la Universidad de La Sorbona para comenzar sus estudios de física y matemáticas, sin embargo, tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, dos años después la joven Irène dejaría la universidad para ayudar en el frente a su madre como enfermera radiológica, donde junto a esta asumió la dirección de la instalación de equipos de rayos X en los hospitales militares de Francia y Bélgica. Cuando terminó la guerra, regresó a la universidad, se licenció y cursó un doctorado en el Instituto del Radio, donde además se desempeñó como ayudante de su madre y completó su tesis doctoral sobre los rayos alfa del polonio. Fue en esta época en la que conoció al que sería su esposo y compañero sentimental Frédéric Joliot, quien era asistente en el laboratorio de Marie Curie, con quien se casó en 1926 adoptando sus apellidos y pasando a ser conocida como Irène Joliot-Curie.
Su prestigiosa carrera científica estuvo atravesada en gran medida en el estudio de la radiactividad natural y artificial, la transmutación de los elementos y la física nuclear. Gran parte de ella fue paralela a la de su marido, con el que trabajaba codo con codo, y junto al cual, en 1932 irradió parafina utilizando polonio en un experimento. El matrimonio erró en la interpretación de los resultados de este, sin embargo, la repetición y ampliación de dicho experimento ese mismo año por parte del físico inglés, James Chadwick , condujo al descubrimiento del neutrón, por el que este sería galardonado con el premio Nobel de Física en 1935.
Consumida por la leucemia como su propia madre, Marie Curie, Irene ingresó en el Hospital Curie de París, donde murió el 17 de marzo de 1956, no sin antes, en el año 1955, elaborar los planos de los nuevos laboratorios de física nuclear en de la Universidad de Orsay, al sur de París, donde equipos de científicos podrían trabajar más fácilmente con grandes aceleradores de partículas.