El amor en su versión 2.0

Las relaciones de pareja, atravesadas por las redes sociales

Tres investigadores del Conicet estudian la ansiedad que generan los encuentros y desencuentros propios de aplicaciones como WhatsApp y Facebook. El amor, en su versión 2.0 

El núcleo de una investigación de tres científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) fue la “espera” en las relaciones amorosas, es decir, ese tiempo de suspenso entre dos, que genera una nube de expectativas y ansiedad, hoy potenciado por el uso de tecnologías como Facebook y WhatsApp. 

Estas aplicaciones, aseguran los investigadores, generan control y también descontrol sobre uno mismo y la pareja, como también modifican o moldean el estado de ánimo al disparar, entre otros síntomas, los celos excesivos. 

“Cuando alguien espera, hay otro que se hace esperar. Pero esta no es una situación fija: en las relaciones amorosas los sujetos cambian y las dinámicas se modifican”, señalaron los sociólogos del Instituto de Investigaciones Gino Germani Maximiliano Marentes, Mariana Palumbo y Martín Boy, autores del trabajo “Me clavó el visto: los jóvenes y las esperas en el amor a partir de las nuevas tecnologías”.

“Los tres estudiamos temas de amor romántico y violencia, por eso nos interesó problematizar el contexto de las redes sociales en las relaciones, no desde la ruptura del lazo social, sino en su impacto sobre los vínculos”, señaló Palumbo. 

Para el paper, realizaron 25 entrevistas en profundidad a jóvenes, en las que recrearon escenas de sus vidas vinculadas a la espera y el amor. “Antes había más paciencia y era imposible estar sobre el otro”, amplió Boy. “Las demoras en los vínculos eran irremediablemente tediosas. Ahora, con la tecnología, ya no hay concilio con los tiempos largos, y la necesidad de inmediatez genera escenas de conflicto, discusión, ira, bronca, desamor y reconciliación”, agregó. 

Según esas observaciones, se podría suponer que los jóvenes responden a nuevos parámetros en las relaciones sociales. Sin embargo, un rasgo que les llamó la atención a estos sociólogos durante su trabajo de campo fue que en el universo de sus entrevistados, jóvenes de entre 18 y 24 años, la mayoría maneja conceptos que se vinculan con el amor romántico. Es decir que en esta generación aún sobrevuela la idea de “búsqueda” personal del ser amado. 

Estos científicos insisten en que todos somos teóricos del amor, pero ¿cuáles son los umbrales de espera?, ¿cuánto podemos aguardar? y, ¿hasta qué punto, nuestras propias experiencias amorosas, que generalmente vivenciamos como únicas, no están guionadas por los marcos culturales? Las esperas en las relaciones amorosas, observaron, se enmarcan en un libreto esperable y que se reitera, concluyendo que en definitiva: “No somos originales”.

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