Micros de larga distancia: “Tal vez esta etapa sea más difícil que la anterior”
Con el protocolo aprobado, las compañías se preparan para volver. Cómo será el regreso y qué expectativas tienen desde el sector.
Un estudio reciente reveló que los pequeños ingieren grandes cantidades de microplásticos y nanoplásticos al beber la leche y otros líquidos desde los biberones.
23/10/2020 - 00:00hs
La prestigiosa revista Nature Food publicó recientemente un estudio científico que reveló que la exposición de una mamadera a temperaturas entre los 25 y los 95°C desprende altos niveles de microplásticos. Según detalló el artículo, los bebés ingieren alrededor de 1 millón de microplásticos a diario.
La investigación fue llevada a cabo en Irlanda por el Centro de Investigación de Materiales Avanzados e Investigación en Bioingeniería del SFI (Amber), TrinityHaus y las Escuelas de Ingeniería y Química del Trinity College de Dublín. En la misma se analizó el potencial de liberación de microplásticos de los biberones de polipropileno para lactantes (PP-IFB) cuando se calentaba el recipiente con su contenido, siguiendo las pautas internacionales.
El ensayo, llevado a cabo en 48 países, demostró que los líquidos calientes, como la fórmula para bebés o el agua usada para esterilizar las mamaderas, liberan los nanoplásticos de los recipientes: cuanto mayor es la temperatura del líquido, más partículas de plásticos se liberan.
Se consideran microplásticos a los fragmentos de plástico de menos de 5 milímetros, pero también los hay más pequeños: los nanoplásticos que tienen diámetros inferiores a 0,001 milímetros. Existen pruebas científicas de que estas partículas provocan inflamación, cáncer y problemas de fertilidad en los animales. No obstante, el impacto de estos residuos plásticos en la salud humana todavía no se había estudiado.
Las sugerencias
Los investigadores advirtieron que no buscan “alarmar” a los padres, sino prevenir acerca de la degradación química y física de los artículos plásticos para evitar su ingesta.
Según explicaron, una opción es hervir agua en una olla o recipiente no plástico para preparar agua esterilizada. Luego, lo correcto sería enjuagar la mamadera con el agua esterilizada a temperatura ambiente al menos tres veces. A continuación, se debe preparar la fórmula láctea en un recipiente que no sea de plástico. En tanto, la leche en polvo solo se agrega al agua hervida cuando su temperatura bajó a 70º C. Después de 30 minutos recién estará lista para pasarla a la mamadera.
Asimismo, los investigadores sugieren no recalentar la fórmula preparada en recipientes de plástico ni en microondas y, también, evitar agitar la fórmula en el biberón. En la Argentina, por su parte, la Anmat recomienda descartar las mamaderas que hayan perdido color, presenten rajaduras o estén deformadas.