Los libros: una cultura milenaria

En la India se han escrito libros enteros en hojas de palmera. Las cortaban por igual y para unirlas se servían de un hilo. Los cantos los doraban o los pintaban, dando como resultado bellísimas encuadernaciones; aunque hay que reconocer que se parecían más a unos visillos que a un libro actual.

En la Antigüedad, los textos se escribían en rollos y fácil es comprender las molestias que estos ofrecían, lo mismo al lector como a quien tenía que escribirlos. Para leer, era preciso sostenerlo con ambas manos, siendo imposible hacer nada mientras se leía. Así fue asesinado el emperador Dominiciano mientras estaba leyendo, aprovechando su circunstancia de indefensión. Por lo general, los libros eran de unas veinticinco a treinta páginas, es decir, de tres metros y medio de largo, mientras que hoy diez de esos libros antiguos forman apenas un tomo de dimensiones corrientes. En ese sentido, toda la obra del pensador romano Horacio —diez libros en total— equivale solamente al Wallestein de Friedrich Schiller.