El Banco Provincial de Pelucas Oncológicas insiste en la importancia de contribuir con la iniciativa
que ayuda a fortalecer la autoestima de quienes deben atravesar un tratamiento para el cáncer.
Esta cuarentena no cortes tu cabello, dejalo crecer y donalo” es la consigna del Banco Provincial de Pelucas Oncológicas que tiene su sede central en Mar del Plata. También trabaja con organizaciones platenses que acompañan a los pacientes con cáncer.
La ONG surgió hace nueve años con el objetivo de poder acercar una peluca de pelo natural a quienes padecen las consecuencias de las quimioterapias. Hoy, la entidad benéfica, tiene sedes en diferentes puntos de la provincia de Buenos Aires y, en La Plata, la embajadora Romina Mateu articula, por ejemplo, con la Fundación Creando Lazos.
“El Banco se creó cuando una mujer, que ahora es miembro de nuestra organización, tuvo cáncer. Cuando el médico le dijo que el pelo se le iba a caer, le prestaron una peluca roja, con flequillo y lacia. Nada que ver con su cabello, que era rubio y con rulos. Al ver que lo sufría tanto, porque no se reconocía en el espejo, surgió esta iniciativa”, relató a diario Hoy la presidenta del Banco Provincial de Pelucas Oncológicas, Adriana Ferraris.
La agrupación funciona gracias al aporte solidario de individuos de la sociedad civil que deciden apoyar la actividad donando pelo. Generalmente, dos veces al año, se realizan dos colectas de gran magnitud en diferentes puntos bonaerenses.
Ferraris explicó que las pelucas se van confeccionando en la medida en que se solicitan. Al respecto, detalló: “No tenemos en stock, sino que se encargan y acordamos entre ambas partes cómo hacerla. Se entregan en comodato, por seis meses, que es, aproximadamente, lo que tarda en crecer el cabello”.
El Banco Provincial de Pelucas Oncológicas trabaja con voluntarios que aceptan capacitarse en la técnica. Luego, reciben, a préstamo, máquinas semiindustriales para elaborar las cortinas de pelo que conformarán el producto final.
El único requisito para acceder a un postizo oncológico es estar bajo tratamiento, y pueden solicitarlo jóvenes, adultos y familiares de niños enfermos.
“Sabemos que una peluca no deja de ser un cuerpo extraño. Pero cuando se las alcanzamos, se tocan un mechón y se iluminan sus ojos, nos damos cuenta de que la aceptaron. Es la manera que nosotros encontramos para alivianar el peso de esta enfermedad”, expresó la presidenta del Banco.