Récord de accidentes en la ciudad: los secretos de ceder para disminuir el riesgo

Con la marca de un muerto cada 78 horas en siniestros viales, el especialista Daniel Zucca revela los detalles del “manejo defensivo”, una técnica individual para circular más seguro. Además, define cuánto influye la falta de control estatal en el escenario actual

Noventa y cuatro en lo que va del año, uno cada 78 horas: los muertos por accidentes de tránsito en la ciudad de La Plata son una cifra desesperante. Con más de un mes por delante incluyendo la semana de fiestas, la lista de víctimas fatales casi iguala a la de 2016, cuando 95 personas perdieron la vida en siniestros callejeros. Según los especialistas, el fenómeno es multicausal: el factor humano, el vehículo y el trazado vial. Sin embargo, existen maneras de disminuir las probabilidades de engrosar la triste nómina, una de ellas es el denominado “manejo defensivo”.

“El principio general del manejo defensivo se basa en aprender a ceder un poco para acomodar el comportamiento de manejo a los actos inesperados de los demás conductores y de peatones, a los cambios de visibilidad y otros factores”, explicó Daniel Zucca a diario Hoy, abogado con un máster en Seguridad Vial y autor de uno de los tres manuales del país especializados en esa técnica.

Este método tiene tres objetivos: concluir el viaje sin accidentes, sin violaciones al tránsito y sin demoras excesivas, en ese orden. “El conductor consciente casi nunca se encuentra en situaciones apremiantes”, aseguró Zucca.

El método nació en Estados Unidos en la década del 50 y se basa en algunos preceptos básicos. “Reconocer el peligro, es decir, analizar o pensar lo que podría llegar a suceder tan anticipadamente como sea posible, conocer su defensa, y por último, actuar a tiempo, no entrar en pánico y esperar”, enumeró el letrado.

Para Zucca, el panorama en la ciudad es alarmante. “Como capital de Provincia deberíamos ser un ejemplo, y resulta lamentable ver cómo se otorgan las licencias, la falta de Educación Vial sistemática y la falta de políticas de control y sanción adecuadas. No hay una política de Estado al respecto”, concluyó el especialista.

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