De acuerdo a un sondeo, la mayoría de este grupo etario considera que los temas de su interés no son debatidos en el Parlamento.
En el marco de una investigación realizada por Unicef y el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), la mayoría de los jóvenes argentinos señaló que los temas que son de su interés no son debatidos en los ámbitos parlamentarios y manifestaron no sentirse representados. En ese sentido, reclaman más canales de participación y presencia genuina a través escaños reservados o cupos en los que su palabra sea considerada a la hora de la toma de decisiones.
Consultados sobre cuáles eran los temas de su interés, más del 30% de los jóvenes encuestados indicó como primordial la calidad educativa; un 26% señaló al cuidado de la salud mental; un 18% se refirió a la pobreza y desigualdad; y, en cuarto lugar, se ubicó la cuestión de violencia de género y el acoso. Asimismo, consideraron que la agenda también debería incluir temáticas referidas a la formación laboral, el cuidado del medio ambiente y la crisis climática.
Los datos fueron recabados entre 1.308 jóvenes, la mayoría de 16 a 24 años, residentes en 23 provincias del país. Tal como informaron fuentes de Unicef, el objetivo fue “generar información que permita fortalecer el rol de las juventudes en los órganos de decisión e instituciones centrales de la Argentina, para conocer sus principales demandas en materia de política pública”.
Más del 40% valora el voto como un derecho pero, al indagar si perciben que tienen representación de la dirigencia política, el 52% de los jóvenes manifestó estar “de acuerdo” con la idea de no sentirse representados por ningún partido, candidato o candidata. El 42% de los encuestados dijo que siempre hay que participar en las elecciones porque es un derecho ganado, mientras que el 23% señaló que solo hay que participar cuando hay una opción que los represente.
Natalia Calisti, la especialista en comunicación de Unicef, consideró “fundamental” que quienes legislan “incluyan en la agenda pública los temas que afectan a la población más joven, escuchen las demandas de los chicos y las chicas, generen consultas abiertas, y tomen en cuenta sus opiniones a la hora de pensar reformas y nuevas leyes”. Lo que los jóvenes están diciendo con esta consulta, apunta la especialista, es que a los representantes “no les preocupan sus propuestas, piden canales de participación y quieren que se los consulte sobre los temas que los afectan y que sus opiniones sean tomadas en cuenta a la hora de tomar decisiones”.