Se rompió una inmensa barrera de hielo en la Antártida
La plataforma que contenía el avance hacia el mar del glaciar Conger colapsó debido a una ola de calor.
Una coordinación del Incucai-Cucaiba, además del magnífico trabajo de diferentes profesionales, hizo posible el traslado del órgano para trasplantar a un paciente crítico en el Hospital Italiano.
27/03/2022 - 00:00hs
Se unieron Ushuaia y La Plata para el traslado de un hígado destinado a un paciente crítico. “Justamente este tema toma gran relevancia dada la distancia entre ciudades, ya que el tiempo de vuelo con un órgano vital a bordo es limitado”, dijo el comandante Antonio Miranovich, coordinador del vuelo con una vasta experiencia en vuelos presidenciales y comerciales por todo el mundo.
En exclusiva con diario Hoy, Miranovich contó cómo fue esta travesía para salvar una vida. “Esto empezó por la noche, a las 22 horas, cuando me pidieron un vuelo, porque yo soy el encargado de organizar los aviones. Me consultaron si era posible realizar un vuelo a Ushuaia, que se encontraba con tormentas y vientos de hasta 90 kilómetros por hora”, relató el comandante. Y prosiguió: “Dispusimos una aeronave, los médicos se subieron al avión y se fueron”.
Ante la complejidad del asunto, se utilizaron aeronaves (birreactores) de alta performance, que pueden volar muy alto (14.300 m) y rápido (870 km/h).
Miranovich detalló: “Se aterrizó con mucha turbulencia allá y se procedió a hacer todo el procedimiento de ablación, que lleva unas cuatro horas y media. El avión aterrizó en Ushuaia a las 00:03 de la madrugada y despegó luego a las 9 de la mañana. Durante cinco horas estuvieron los médicos trabajando con el órgano. Yo hablé con los controles por teléfono porque soy comandante con muchos años en esto. Acá en la torre de La Plata no hay ni comunicaciones: esto es un aeroclub asfaltado hecho pelota”.
Miranovich también aclaró que, gracias a la coordinación, es que se pudo aterrizar en La Plata. De lo contrario el órgano hubiera llegado a San Fernando o Aeroparque y luego debería haberse trasladado en auto hacia La Plata, con la consecuente pérdida adicional de tiempo y riesgo de circular por la Autopista.
“Igual lo importante de todo esto es que salva una vida. Gracias a la coordinación de todas estas personas, podemos salvar una vida”, dijo Miranovich con orgullo. Y a quienes se refiere con la coordinación es a las mismas personas que él se encargó de nombrar: “El avión fue tripulado por los comandantes Enrique García Moreno y Franco Scoltore; el equipo médico que realizó la ablación estuvo compuesto por el doctor Nicolás Abate, el Dr. Graf, la Dra. Pierina Testa y las instrumentadoras Alejandra Cassino y Consuelo Rubio, supervisadas por los jefes de trasplante: Dr. Cocosella y Dr. Carlos Quarin. También laburan en serio los coordinadores del hospital: Santiago Milone, Paola Martínez y el claro nexo aeronáutico, Sebastián Di Cianni”.
El problema de aterrizar en La Plata
¿Por qué La Plata no tiene aeropuerto? ¿Será que habrá intereses detrás de algo tan necesario?
Ya lo dijo anteriormente Miranovich, quien luego se explayó más específicamente sobre la dificultad que tienen las aeronaves, sean cuales sean, para lograr hacer parada en La Plata. “El problema que existe es que los aviones no quieren aterrizar acá, porque con el estado actual se deterioran cubiertas, podés tener ingestión en las turbinas por levantamiento de piedras cuando se ponen los reversores. Hay una serie de factores operativos que hacen a la negativa de muchos a venir acá”, explicó.
“Por suerte en La Plata se están haciendo trasplantes y vamos por más”, señaló posteriormente el comandante Antonio
Miranovich, quien a su vez aclaró: “Estamos tratando de poner operativo esto para poder volar, porque, si no, no hay forma. Tenés un donante y se pierde el órgano porque no lo podés traer, y por ende también se pierde la vida del que espera el trasplante”.