Se trata de Bruno Guillén, quien da clases en una escuela pública de Bariloche, desde donde impulsa un proyecto social.
Bruno Guillén tiene 38 años, es técnico electromecánico, perito constructor, profesor en una escuela pública de Bariloche y recientemente seleccionado como uno de los 50 mejores docentes del mundo.
Guillén da clases en el Centro de Educación Técnica (CET) N°2 Jorge Newbery, desde donde impulsa un proyecto con fin social junto a sus estudiantes. En las clases, realizan diseños e impresiones 3D de dispositivos de ayuda para personas con artritis reumatoide.
“Siempre me gustó enseñar, desde chico. Fue una emoción muy grande esta noticia. Tenía fe. Estoy feliz”, contó a Télam el profesor seleccionado entre más de 7.000 postulaciones y nominaciones de 130 países.
El joven docente, que trabaja desde que tiene 14 años, fue seleccionado ayer entre los 50 finalistas del Global Teacher Prize 2023, en la octava edición del premio internacional que reconoce a los mejores docentes del mundo.
Según se informó, el ganador se alzará con el premio de un millón de dólares, organizado por Fundación Varkey en colaboración con la Unesco y en alianza con la organización filantrópica Dubai Cares.
“Desde 2019 trabajo en el proyecto Ayuda en 3D, en el que diseñamos e imprimimos con los estudiantes dispositivos de ayuda para un grupo de personas con artritis reumatoide, una enfermedad discapacitante en la que degeneran las articulaciones y les cuesta mucho hacer fuerza con las manos por la inflamación que tienen”, precisó.
Sobre el proyecto, el docente marcó que “el 80 por ciento de la población a la que afecta esta enfermedad autoinmune son mujeres y no encontraban dispositivos de ayuda en Bariloche, que son caros y difíciles de conseguir”.
“Todos esos conocimientos de dibujo técnico aplicados a las computadoras, usamos para diseñar estos dispositivos. Los chicos estaban chochos porque vieron cómo algo que ellos aprenden en la escuela impacta a una vida”, enfatizó.
Respecto de qué haría en caso de ganar el premio, marcó que le gustaría equipar la escuela con tecnología que no tienen, como routers, CNC que sirve para que los diseños se puedan enviar desde la computadora a una máquina que trabaje también con otros materiales como aluminio o acero. “Me gustaría sumar algún centro de mecanizado y sueño con tener mi casa”, detalló el profesor.