Independentistas catalanes llegaron a un acuerdo para buscar la investidura del expresidente del Parlamento regional, Carles Puigdemont, quien permanece exiliado en Bélgica, por lo que si regresa a España sin fueros podría ir a la cárcel
La Izquierda Republicana de Cataluña (ERC) y Junts per Cataluña (JxCat), las formaciones soberanistas más votadas en los comicios del 21 de diciembre, sellaron el acuerdo en Bruselas.
En la reunión, los secesionistas se pusieron de acuerdo en dos cuestiones: rechazar de plano la posibilidad de no dar quórum en caso de que el Estado impida una composición que refleje el resultado de las elecciones y buscar la manera de que Puigdemont pueda ser investido.
El destituido jefe de gobierno catalán quiere ser investido por vía “telemática”, a través de Skype, algo que el reglamento del Parlamento de la norteña región no prohíbe expresamente, aunque expertos en leyes señalan que el Tribunal Constitucional podría prohibirlo amparándose en el manual de usos y costumbres.
En tanto, la segunda opción es una investidura delegada; es decir, que otro diputado lea su discurso.
En cualquier caso, Puigdemont planea regresar a España -donde lo espera una orden de detención- una vez que haya sido proclamado presidente de Cataluña.